✨Sinopsis✨
Ella es Artemisa Brooks tiene 16 años y a tenido una duda desde hace 7 años, y se preguntan ¿cuál es?, bueno la duda es saber quien es ahora ese niño que conoció de niña, ese niño tierno de ojos azules como la hermosa agua cristalina que...
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Al asegurarme que Artemisa ya estaba dentro de su casa empecé a dirigirme hacia la mía.
Artemisa tenía mucha razón, todo este tiempo lo único en lo que pensaba era que no le importábamos y sólo quería alejarnos sin saber de nuestra existencia causando que le guardará rencor y desprecio, pero tal vez lo hacía por nuestro bien, estoy consciente de que cometió algunos errores, pero quien no lo hace, si cada persona no cometiéramos errores no nos haríamos llamar humanos.
Al pensar un poco pude darme cuenta de que a pesar de llevar poco tiempo conociendo a Artemisa es como si la conociera de hace años, me puedo sentir cómodo con ella, hasta le conté algo realmente personal que jamás se lo había contado a alguien.
Artemisa realmente se ha convertido en alguien especial a pesar del poco tiempo de conocernos.
Sonreí un poco al recordarla.
Ella era muy alegre e imperativa, pero sobre todo es alguien realmente amable y de buen corazón.
Al observar un poco hacia arriba mi vista se llenó del cielo oscuro, pero con el hermoso brillo de las estrellas.
De nuevo sonreí por lo bonito que estaban las estrellas para después mirar hacia al frente y seguir el camino hacia mi casa.
Luego de unas cuantas calles más de recorrer, al fin pude llegar a mi casa.
Al estar frente a la puerta de mi casa solo la abrí con llave para después adentrarme y cerrarla de nuevo.
Empecé a caminar hacia mi habitación y al estar dentro de ella solo me lancé en mi cama.
La habitación estaba oscura y en silencio, de alguna forma me sentía solo causando que en ese mismo momento quisiera regresar a la casa de Artemisa y pasar un poco más de tiempo con ella, pero era algo imprudente que vaya a estas altas horas de la noche.
Sólo suspire ya que no sabía si debería o no de ir.
Al no poder dejar de pensar solo me senté en mi cama para después empezar a dirigirme hacia la sala.
Ya en la sala solo me senté en el sillón para después tomar el control remoto de la televisión, pero en vez de encontrar el control me encontré con un celular.
Fruncí el ceño confundido ya que no era el mío y Os no tiene uno.
Sólo lo tomé para después mirarlo detenidamente, al encenderlo me encontré con una foto de Artemisa y Ken haciendo caras divertidas.
Y por alguna razón me desagrado un poco.
Al ver que era de Artemisa solo me levanté decidido a ir a entregarle el celular hasta su casa.
De alguna razón agradecía a su torpeza por dejar el celular.
Sólo sonreí para después ir trotando hacia la entrada de mi casa y salir, pero claro, antes la cerré con llave.
