✨Sinopsis✨
Ella es Artemisa Brooks tiene 16 años y a tenido una duda desde hace 7 años, y se preguntan ¿cuál es?, bueno la duda es saber quien es ahora ese niño que conoció de niña, ese niño tierno de ojos azules como la hermosa agua cristalina que...
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El chico ojiazul asintió dudoso para luego marcharse no muy convencido.
No tenía ni idea de cómo me las arreglaría para ir a la enfermería, pero bueno lo importante era llevar al chico.
Después de juntar todos los bancos y recoger mis cosas salí del salón dejando al "rompe plumas" en el suelo, creo que me pase, pero se lo merecía por romper mi pluma y golpear al pobre chico.
Caminé por muchos pasillos pero no encontraba nada relacionado con la enfermería entonces me decidí por preguntar a alguien.
—Hola me podrías decir dónde está la enfermería —le pregunté a un chico alto, pelo negro, ojos negros, tez blanca y musculoso se parecía a alguien que conocía, pero no podía recordar exactamente a quien así que solo trate de no tomarle tanta importancia.
—Claro, sígueme —dijo de forma amable para luego empezar a caminar por un pasillo y yo empezando a caminar detrás de él hasta que pude alcanzarlo y estar de su lado.
—Aquí está —dijo señalando una puerta que decía enfermería.
—Muchas gracias —le dije agradeciéndole con una sonrisa sin mostrar los dientes.
—No hay de que —dijo para luego girar sobre su propio eje y darme la espalda y empezar a caminar por dónde venimos.
Yo sólo toque a la puerta para después escuchar un "pase" dentro de la habitación.
Al escucharlo me adentro a la habitación y al hacerlo olía mucho a medicamentos, y era un olor muy desagradable para mí, pero me tenía que asegurar de que el chico este bien.
—Hola buenas tardes, me podría decir si vino aquí un chico alto, pelo color negro, de ojos azules y medio musculoso con un chico golpeado en su espalda —dije preguntando si estaban por aquí...o tal vez ya se habían ido.
—Si están por aquí —dijo la doctora abriendo una puerta en donde se encontraba el chico ojiazul sentado en un pequeño sillón y el chico en una pequeña camilla.
Sólo me adentro.
—Hola, ¿cómo está el chico? —dije saludando al chico ojiazul y preguntando por el chico golpeado que estaba todavía con los ojos cerrados.
—Hola y ya está un poco mejor —dijo sorprendido al verme y diciéndome la condición del chico.
—¿Por qué no abre sus ojos? —pregunté acercándome a el chico ojiazul.
—Porque se desmayó y todavía no ha despertado desde que lo encontramos —dijo el chico ojiazul.
Yo solo asentí dándole a entender que ya comprendí.
—Oye y ¿cómo pudiste llegar? —preguntó sin entender el chico ojiazul.
—Oh, le pregunté a un chico que vi por donde caminaba y me trajo amablemente aquí —dije aclarando su duda.
