✨Sinopsis✨
Ella es Artemisa Brooks tiene 16 años y a tenido una duda desde hace 7 años, y se preguntan ¿cuál es?, bueno la duda es saber quien es ahora ese niño que conoció de niña, ese niño tierno de ojos azules como la hermosa agua cristalina que...
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—No, está bien —dije para luego dirigirme hacia Noah y empezar a caminar por el camino en el que iba de regreso a mi casa y Noah del lado mío.
—¿Porque no quisiste demandarlo? —me preguntó después de un rato Noah.
—Porque es mucho que hacer de ir de aquí allá y de allá a aquí, hay no mejor así me quedo —dije haciendo una mueca.
Noah solo se rio.
—Y también porque tendrá que pagar una multa y para las personas lo que más aman es el dinero y a él se lo quitaran siendo parte de su consecuencia y con eso me basta —dije contándole mi segunda razón.
—Oh, que buen corazón tienes —dijo Noah volteando hacia mí.
Yo solo hice una mueca de disgusto por lo que dijo causando que Noah se riera por mi reacción.
No fue bueno de mi parte ¿o sí?
—No fue bueno de mi parte ya que le estoy quitando parte de lo que le gusta —dije diciéndole lo que pensaba.
—Si lo fue ya que también podría perder vivir como siempre lo hace, con su rutina diaria o diferente, más tu sólo le quitaste parte de su dinero —dijo Noah diciendo la razón por la que había dicho eso.
Yo sólo me quedé pensando en eso tal vez tenga razón.
—Oye ¿si te has dado cuenta de que traes puesto una pijama de Bob Esponja? —dijo Noah de forma divertida y preguntándome después de un rato.
Yo solo abrí los ojos exageradamente ya que se me había olvidado.
¡ME VINE A LA CALLE CON MI PIJAMA DE BOB ESPONJA!
Bueno ya ni modo, ya me vine así, no hay nada más que hacer, arrepentirme no me hará una persona normal entre todas las demás.
—Está bien te ves linda así —dijo Noah tratando de que no me sintiera mal.
—Lo sé —dije egocéntricamente mientras hacía como si caminara por una pasarela para luego reírme de mi misma.
Noah solo se rio al igual que yo.
—Pero, iug que cursi —dije riéndome.
—Oye, acabas de arruinar el momento- dijo Noah reclamando y riéndose a la vez.
Yo solo le saque la lengua.
—Ven aquí todavía no he terminado lo de antes —dijo Noah acercándose lentamente a mi mientras estiraba sus brazos y movía sus dedos.
Yo solo no entendía hasta que recordé porque estaba corriendo de él.
¡PORQUE ME ESTABA HACIENDO COSQUILLAS!
—¡¡CORRE!! —dijo mi voz interior gritándome que corriera.
Yo por suerte si reaccioné a tiempo y empecé correr hacia mi casa.
