✨Sinopsis✨
Ella es Artemisa Brooks tiene 16 años y a tenido una duda desde hace 7 años, y se preguntan ¿cuál es?, bueno la duda es saber quien es ahora ese niño que conoció de niña, ese niño tierno de ojos azules como la hermosa agua cristalina que...
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Las últimas semanas estaban yendo de maravilla ya que pude pasar más tiempo con mi padre gracias a que ahora trabajaba en casa.
Estábamos a finales de julio y mi cumpleaños se acercaba más a tal grado de que solo faltan 3 días.
Sonriendo alegre de que podre pasar mi cumpleaños con mi papá y con los demás, me encontraba caminando para encontrarme con ellos en la entrada de la escuela Hamilton.
Pero un árbol que era muy bonito me llamó la atención por lo que saque mi celular para poder tomarle foto.
Tal vez algunas personas que pasan me mirarán como si estuviera loca al tomarle foto a un árbol, pero en verdad estaba muy bonito y no podía perder la oportunidad de tomarle foto.
Pero un grito hizo que evitara tomarla.
Sólo fruncí el ceño para empezar a caminar hacia donde se escuchó el grito.
Al acercarme más se escuchó como alguien discutía.
La curiosidad me gano por lo que en vez de irme empecé a dirigirme hacia ahí.
Se que tal vez me meta en problemas solo por la curiosidad, como dicen "La curiosidad mato al gato".
—Pero murió sabiendo—dijo mi subconsciente.
Al estar cerca solo me escondí en un lugar para ver quién era el que estaba discutiendo.
Al parecer era un señor y... ¿el chico lunar?
—¡¿Cómo pudiste perder la atención de todos por esos perdedores?! —gritó el señor hacia el chico lunar.
—¡¿Sabes lo vergonzoso que es ir a mi trabajo y escuchar que ganaste un partido de basquetbol pero que apoyaron más a los perdedores contra los que jugaste?! —gritó de nuevo el señor alterado.
—Lo siento padre —dijo el chico lunar serio con la cabeza agachada.
—¡Mírame a la cara cuando te hablo! —dijo el señor para después elevar su mano y golpearlo.
Yo sólo abrí los ojos como plato al ver lo que hizo.
—¿Pero qué le pasa? —dije en un susurro al ver por la razón que lo había golpeado.
—Lo siento padre —dijo el chico lunar levantando un poco su cabeza para mirarle el cuello ya que su padre estaba un poco más alto que él.
—Tengo que hacer algo —dije pensando en alguna solución para que pueda sacar de ahí al chico lunar.
Y por suerte se me ocurrió una idea, aunque no estaba segura de que funcionara.
—¡Deja de disculparte y solo recupera tu estúpida fama que para eso te deje entrar a un equipo de basquetbol!, veo que no te sirvió de nada así que ya no estarás más en él a partir de mañana —dijo el señor con enojo.
