◤℘ Dos Corazones: Un Hogar◢

Capítulo 10

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La actitud de Harry tenía muy confundido al castaño, cuando cerró la puerta simplemente se quedó ahí, de espaldas a ella hasta que en un punto su espalda comenzó a resbalar por esta y se encontró sentado en el suelo. ¿Por qué de repente tenía esos cambios de actitud y muestras extrañas hacia él? ¿Qué tenía en la mente? ¿Qué no sabía que eso le provocaba sensaciones raras? En verdad, era como si un montón de bichos le revolotearan en estómago, lo cual ya no podía ser indicativo de algo muy bueno.

Llevo las manos a su rostro y negó varias veces; no mintió en el primer momento, cuando había dicho que el rizado de ojos jade frente a él le había parecido atractivo, con la actitud de mierda que tuvo los primeros días pensó que esa atracción había bajado o desaparecido, pero no y lastimosamente se dio cuenta la noche anterior, donde se había regocijado en su toque para conciliar el sueño y tomado sus brazos como cobijo. Además de todo lo que había dicho... ugh, el menor por borracho y él porque no lo estaba. Odiaba al Harry alcoholizado y al de esa mañana también, mucho; demasiado.

Con un bufido terminó por levantarse del suelo, se apresuró a su habitación y comenzó a buscar en su armario las prendas que utilizaría ese día; Anne le dijo que dejara un poco las formalidades y comenzara a usar ropa común como todos los demás y ese día le haría caso. Tomó una camisa de manga corta con botones y cuello, además de unos pantalones entallados que le darían a su lobo un toque formal. Completó con un cinturón y así quedó conforme con su aspecto, de hecho le sorprendía lo mucho que le gustaba, admitía que no creía haberse visto así desde hace mucho.

Salió de la casa tomando su celular de paso. Podría ir en un taxi pero el lugar no estaba tan alejado ya que analizaba las rutas, además de que le gustaría lucir como se veía ese día.

Avanzó por varias avenidas y calles cortas, recibiendo algunas miradas que lo hicieron enrojecer levemente. Al estar frente al lugar, soltó un suspiro, entró a la recepción y saludó de paso a la chica que se encontraba atendiendo, le ponía algo nervioso verse con Simon a solas, siempre iba acompañado y... simplemente no. Iba a tocar la puerta, pero antes de que su puño pudiera alcanzar la madera la puerta fue abierta por el hombre que le daba escalofríos.

-Ah, Louis, justamente iba a pedir que te llamaran, pasa -se hizo a un lado.

-¿Qué era tan importante para hoy? El siguiente concierto aún no es -entró, sentándose en una de las sillas que el hombre le señaló.

-Tienes razón, pero realmente no es eso de lo que quiero hablarte -abrió uno de los cajones en el escritorio y sacó un periódico, colocándolo frente a sus orbes azules- no es algo demasiado importante, pero quiero que sepas de lo que todos están hablando.

Louis pasó saliva mientras veía la imagen en la portada, en el encabezado se leía claramente:

"Asistente personal o ¿algo más?"

La imagen era de ellos dos después de la última conferencia que tuvieron con Liam e iban saliendo del lugar, riendo y diciendo un par de cosas por lo bajo; Louis recordaba ese día e incluso de qué reían. Su estómago se apretó, nada parecido al sentimiento agradable de esa mañana.

-Eso no es algo que debería estar en boca de nadie, es absurdo solo nos estábamos burlando de algunas cosas ocurridas con Liam -bufó, tratando de fingir seguridad, algo le decía que se venían palabras no muy buenas.

-Lo sé Louis, pero -se levantó, rodeando el escritorio hasta llegar detrás del castaño, quien se tensó al sentir las manos contrarias en sus hombros- si tú eres inteligente, sabrás que no conviene que salgan este tipo de cosas ni en el periódico menos importante, aunque no suceda nada aparte del empleo.