- ¿Cómo está la enferma? – alzó Gimeno la voz sobresaltando a la enfermera que abrió los ojos asustada, pero permaneció inmóvil.
- Mucho mejor, ¿verdad Alba?
- Eso ya lo veo. ¿Y tu madre?
La enfermera clavó sus ojos en él, pero no respondió.
- Ha ido un momento a su casa a por unas cosas, enseguida vuelve – Adela bajó la voz y lo alejó un poco de la cama - ¿cómo la ves?
- Como tú. Cada día mejor.
- Gimeno... que no hace ni veinticuatro horas que salió del coma.
- Pero evoluciona muy bien. ¿Y Nat? podía venir por aquí, creo que le vendría bien. Ha preguntado un par de veces por ella.
- ¿Ha preguntado?
- Bueno... más bien la menciona en sueños, pero cuando reacciona y le hablamos de ella, ignora el tema. Por eso creo que pude venirle bien verla.
- Lo mismo que esas flores ¿no?
- Las flores alegran este sitio y dan colorido, ayudan a la mejoría, está comprobado. Y Nat también podría ayudar.
- Nat no puede venir. Está... haciéndose pruebas.
- Cuando termine.
- Ya veremos. Lleva un par de días con fiebre alta y cada vez satura peor.
- No me habían dicho nada – frunció el ceño - ¿le han cambiado los antibióticos?
- Claro que sí – suspiró – espero que este tratamiento la haga remontar.
- Seguro que sí. Hay que ser optimistas – la apartó y se acercó a la cama - Ya era hora que tu madre entrase en razón, ¿verdad Alba?
Alba sonrió y asintió.
- ¿Y qué tal con Verónica? No ha sido mala idea por lo que veo que se pase por aquí.
- ¿Has sido tú la que le has pedido que vea a Alba? – Adela comprendió el porqué de la presencia de la psiquiatra.
- No. A su madre, necesita asimilar todo lo ocurrido – la miró risueño - ¿Ya te han incorporado la cama? ¿no? pues ahora mismo te vas a incorporar un poco – accionó la palanca hasta dejarla casi sentada - Muy bien, así está mejor. Yo venía a decirte que ahora mismo te traen un puré de verduras, has tolerado muy bien los líquidos y hay que empezar a comer.
La puerta se abrió y un celador entró con una bandeja.
- Hablando del rey de Roma, aquí tienes a tu puré – le quitó al chico la bandeja y la colocó encima de una silla que había junto a la cama – Señor puré, aquí tiene a Alba, Alba – señaló la bandeja – aquí está el "Señor Puré"
La enfermera volvió a sonreír.
- Gimeno...
- Adela, ¿nunca has oído que la mejor medicina es la risa? – le guiñó un ojo y se dirigió de nuevo a Alba - creía que estaría aquí tu madre para que te lo diera ella, te lo daría yo pero – miró el reloj – tengo que ver a otro paciente, ¿te importa Adela dárselo tú?
- Eh... no... claro que no.
- Pues ahora mismo vengo. Y quiero que te termines con el "señor puré".
Alba lo siguió con la mirada y luego ladeó la cabeza para observar como Adela destapaba la bandeja y cogía un cuenco.
- Bueno, vamos a ver qué tal está esto. Parece que no quema y huele muy bien.
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La Clínica
FanfictionAdaptación de una historia muy fuerte pero hermosa... Esta historia original pertenece a Moniatic (Maca y Esther)
Capítulo 132
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