Un enredo de apuestas

Capítulo 34: Realidad desvelada

La confusión de los recién nombrados equiparaba con la de Elías y Melisa, que entre susurros y miradas expresaban su total desconcierto.

Una vez arriba, un Elías confundido le ponía una banda a su mejor amiga para luego ponerle la corona, mientras Melisa hacía el mismo proceso con Germán. Por un instante, ambos aguardaron silencio, hasta que Melisa tomó el mando y habló.

―Ahora el rey y la reina os dedicarán unas palabras.

―Esto... ―Germán miraba a los allí presentes y los nervios le recorrían de pies a cabeza. Era consciente de que él no tenía que estar en aquel lugar, sino Ezequiel. Se suponía que Melisa tenía que cambiar los votos para que él y Nora subieran al escenario y su amigo le confesara que todo era una apuesta, pero algo había salido mal―. Supongo que tendré que decir lo que se dice en estos casos ―dijo sin ocultar sus nerviosismo―. Quiero... ¿La paz mundial? ―preguntó encogiéndose de hombros y haciendo que alguna que otra carcajada se escuchase.

Los nervios de Germán no solo estaban presentes ante aquella situación inesperada. Aunque era un factor que influía, el hecho de estar allí, siendo observado ante tantos pares de ojos, le había dejado sin palabras.

―Bueno, me parece que no soy la única que no sabe que decir ―fue el momento de hablar de Paloma―. No me esperaba que el que me diera por ondularme el pelo en el último momento acabase desembocando en el escenario ―rio por lo bajini―. Pues nada, gracias a quienes me hayáis votado y poco más. Estudiad mucho y bebed mucha agua.

Tras sus palabras, la joven se arrepintió de haberlas dicho. ¿A quién le importaba su pelo? Solo le había faltado explicar por qué había optado por aquel vestido corto negro con grandes volantes, en vez de uno largo. Negó mentalmente mientras mostraba una fingida sonrisa a los allí presentes. ¿Qué había pasado con la contrapuesta? ¡El plan de Elías de cambiar los votos había salido mal! ¿Qué iba a hacer su amiga?

Antes de que a alguna de las personas que se encontraban en el escenario le diera tiempo a decir algo más, el vídeo comenzó, haciendo que Melisa se llevara las manos a la cabeza. Por un momento se le había olvidado que lo iban a mostrar. Miró de reojo hacia su novio y este tenía la misma reacción.

En pantalla apareció primero la imagen de Melisa para mostrar lentamente a Elías. Después fueron enfocados los dos.

―Hola, seguramente ahora mismo os estaréis preguntando, ¿qué está pasando aquí? ―Melisa era la primera en comenzar a hablar.

Germán y Paloma asintieron mirando a la pantalla, con la esperanza de que allí estuviera la respuesta a todas sus dudas.

―Y hasta hace un momento estaríais discutiendo sin comprender nada ―fue el turno de Elías de hablar.

El rey y la reina del baile se miraron e hicieron un gesto de confusión antes de mirar de nuevo la pantalla para seguir escuchando el vídeo que habían grabado sus amigos.

―Pero no os preocupes, Elías y yo estamos aquí para explicároslo todo. Nora, Ezequiel, todas vuestras dudas las vamos a despejar en este vídeo.

Los reyes del baile volvieron a compartir miradas de incomprensión tras descubrir que no eran los verdaderos receptores de aquellas palabras.

―Nora, hace tan solo un momento has descubierto que tú eras el objetivo de una apuesta que realizaba Ezequiel.

―Eze, tú habrás descubierto que eras el objetivo de una contrapuesta ―habló la Melisa de la pantalla.