Capítulo 15: Desahogo

216 33 1
                                    


El segundo trimestre comenzó, y Nora se reencontró con aquel compañero del que había hecho una contrapuesta para poner fin a décadas injustas en su instituto. Durante el periodo de vacaciones había analizado distintas posibilidades de crear una nueva contrapuesta donde los sentimientos no estuvieran implicados, pero todas las opciones acababa descartándolas. Paloma y Elías también habían aportado una gran tanda que tampoco había sido aprobada. La chica se encontraba de nuevo ante la incertidumbre, y había considerado que hasta que no encontrase otra opción más viable seguiría con el plan inicial. Ese mismo trimestre Elías seguiría intentando averiguar de qué sería la apuesta y hacia a quién. Era por eso que la joven aún guardaba esperanzas de un cambio en el último momento. Cuando supieran de qué se trataba, podría enfocar una nueva contrapuesta en contra de la apuesta. Sin duda, consideraba que aquella sería la mejor opción.

Dos semanas después del inicio de clases, Melisa la había citado una tarde en el parque, habiéndole llamado para hablar algo muy importante con ella. Por la voz, Nora había notado que estaba bastante preocupada así que había aceptado, aunque le extrañaba que acudiera a ella: eran compañeras pero no tenían tanta confianza. Aquello hizo que su mente desvariara con distintas posibilidades cada una más enrevesada hasta que la hora de la quedada llegaba. En su mente rondada la posibilidad de que su compañera tuviera algo tan serio que contar que no se atrevía a decirlo a alguien más cercano. Llegó diez minutos antes por la impaciencia que albergaba su interior.

―Hola, veo que ya habías llegado ―comentó Melisa cuando apareció a la hora acordada―. ¿Nos sentamos en ese banco? ―Preguntó señalándolo y Nora asintió.

Caminaron hacia este sin decir nada. Una vez allí, ambas se sentaron.

―¿Y bien? ¿Te sucede algo, Melisa? ―Nora intentó evitar que la preocupación se notara en su voz, pues no quería que su reacción pudiera alterar a su compañera y eso provocase que no se abriese ante lo que le estaba sucediendo.

―Sí... Bueno no. O sea, no es a mí ―dijo agachando un poco la cabeza para después levantarla y mirar a Nora.

―¿A algún familiar? ―Le preguntó apoyando la mano en el hombro de la otra.

―No, no. Es a un amigo. Concretamente a Ezequiel.

Nora bajó la mano y evitó no soplar de alivio al suponer que no se trataría de nada grave.

―Es que me he enterado de algo y no sé a quién contárselo. ¡Necesito desahogarme! No puedo decirle a Germán porque se lo diría a Ezequiel, o también guardaría el secreto como yo y sería preocuparle a él también. Mucho menos a Ezequiel...

―Puedes contarme si quieres ―dijo mostrándole una afable sonrisa.

―Quiero, lo necesito, porque llevo días callándome y no es fácil ―dijo sorbiendo la nariz.

Nora observó a su compañera pero no dijo nada, esperando a que esta continuara hablando si así lo deseaba.

―El caso es que hace unos días iba tranquilamente por la calle cuando vi algo que me impactó. Aún no habían terminado las vacaciones y yo buscaba un regalo de Reyes que aún me faltaba por comprar, e iba muy justa de tiempo. El caso es que tuve que detenerme y esconderme tras un muro para que no me vieran cuando sucedió... Iré al grano, será lo mejor ―asintió enérgicamente―. ¡Vi a Paulina con otro! ―Exclamó.

―¿Cuándo dices con otro...?

―Besándose en la boca, nada de segundas interpretaciones por mi parte, si hubiera sido de otra manera podría pensar que estaba con un amigo tranquilamente. No sé qué hacer Nora, no lo sé...

Volvió a sorber la nariz y miró a la otra chica con cara apenada.

―Ezequiel la quiere mucho y si se entera será duro para él... Pero mentirle es más duro todavía. Estoy muy preocupada.

―No sé qué decirte, Melisa. No sé si yo sea la persona más indicada para aconsejarte. Conozco a Ezequiel desde hace años pero no tengo con él una relación como es en tu caso.

―Ya, ya... Si yo solo necesitaba desahogarme, ¿sabes? Ahora mismo siento que se ha liberado de mi pecho un tremendo peso que tenía encima. No te he contado esto porque quiera que tú se lo digas o algo así, no te quiero meter en ese tipo de compromisos, que conste.

―No te preocupes ―asintió la joven.

―Solo era cosa de desahogarme. Ahora creo que puedo verlo todo de otra manera, con la mente más despejada. Sigo sin saber qué hacer, pero sé que puedo pensar con mayor claridad ―sonrió levemente―. Gracias por escucharme, es lo que necesitaba.

Melisa se puso en pie de pronto dejando a Nora con las palabras a punto de salir de su boca, porque al fin y al cabo no había llegado a intervenir.

―Tengo clases de Teatro ahora, sé que te cité un rato antes pero era el único momento que podía y tuve la suerte de que tú también. Si esperaba más, o no te decía nada no sé qué hubiera hecho mientras seguía callándomelo.

―Bueno, entonces si quieres podemos hablarlo con más calma otro día. Ahora te has desahogado y tienes que irte, pero otro día podemos quedar y hablar de esto con más calma, ¿te parece?

―Gracias, Nora, de verdad ―Melisa le dio un fuerte abrazo a su compañera―. Y por favor, no les digas a tus amigos o Ezequiel nada de esto, ¿vale?

―No, no te preocupes, no diré nada.

―Gracias...

Tras despedirse, Melisa se encaminó al instituto para dar clases de Teatro. Sacó su móvil y tecleó en este:

Yo: Todo listo. El plan va sobre ruedas

Ella no fue la única en escribir un mensaje, también lo hizo Nora una vez se hubo relajado ante la noticia que había recibido. Aún se encontraba en el banco cuando sacó su móvil y envió un mensaje instantáneo:

Yo: Hola, tengo que hablar contigo. Es importante

________________________________________________________

¡Hola! Ya está aquí un nuevo capítulo

Este se puso interesante *.* 

¡Me encantaría leer vuestras teorías!

La quedada de Mel y Nora, la conversación cuando Mel sabe que no hay nada entre Paulina y Ezequiel, el mensaje de Nora...

Pero si te intriga qué pasará, ¡tendrás que esperar una semana!

¡Nos vemos en el siguiente capítulo!

Por cierto, seguramente en septiembre habrá maratón de la novela para poderla presentar a los Wattys, así que probablemente volveré a martes y jueves y alguno será con más de un capítulo. No lo digo a 100 por 100 porque puede que al final me vea muy apurada y no la envíe porque no lo tenga terminada, pero bueno, la idea sí es esa.

¡Nos leemos en el siguiente capítulo!

Un enredo de apuestasWhere stories live. Discover now