Lectura: Heredero Del Sol, Guardian De La Muerte II: Peligro de un Heroe

Capitulo 26

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Naruto o Percy Jackson y los Olímpicos .

Heredero del Sol, Guardián de la Muerte II: Peligro de un héroe

XXVI

Mientras regresaba al Campamento Mestizo en su balsa mágica, Percy pensó en quién pensaba como su mayor 'qué pasaría si'.

Percy suspiró mientras Annabeth se acurrucaba más contra él. Ella se quedó callada, pero estaba feliz de que él hubiera vuelto con ella.

Calypso fue un gran anfitrión y se sintió fatal por lo que tenía que hacer. Si Hefesto no hubiera venido y le hubiera dicho cuánto tiempo había pasado, Percy dedujo que tal vez no se hubiera molestado en preguntarse cuándo debería regresar. Calypso ofrecía muchas cosas buenas, la inmortalidad primordial entre ellas, y sentía que podrían haber tenido algo, pero tenía el deber de preformar, uno que estaba obligado a hacer.

"Porque Percy es un chico demasiado bueno". Nico sonrió, haciendo que el chico en cuestión pareciera un poco avergonzado.

Después de todo, el Sr. Perfecto no tenía amigos que fueran lúcidos ... por lo que Percy sabía de todos modos.

"Por supuesto que solo quiere un Naruto." Thalia puso los ojos en blanco.

"¿Tan a la defensiva para tu amante?"

Thalia lo fulminó con la mirada. "... Te haré una tostada algún día, Jackson. Solo espera".

Realmente esperaba que Naruto no conociera a ningún mortal clarividente. Habla de robarle el trueno.

"Ironía." Hades se burló, mientras Poseidón se rió disimuladamente y Zeus parecía disgustado.

El muelle del Campamento Mestizo estaba a la vista y Percy estaba de pie en el borde de su balsa, mirando la superficie reflectante del Long Island Sound antes de sumergirse, dejando su balsa atrás. Nadó más rápido de lo que la balsa podría haber flotado hasta los muelles, sin ver que la balsa caía inmediatamente a las profundidades del estrecho. Saliendo a la superficie, Percy estaba confundido por la mera ausencia de gente en la playa. Quizás era la hora del almuerzo.

"Demasiado tarde, están todos muertos". Ares dijo con una risita mientras todos le ponían los ojos en blanco.

Así que Percy fue al pabellón del comedor y tampoco encontró a nadie allí. Miró alrededor del campamento, cada vez más preocupado cuando no pudo encontrar a nadie en ninguna parte. Le preocupaba que fuera demasiado tarde. ¿Su vacilación durante la noche lo mantuvo alejado una semana más? O peor aún, ¿Luke atacó el Campamento?

"¿Ves? Fallar."

"Sí, Ares", gruñó Hermes, "lo entendemos. Ahora deja de golpear al caballo muerto".

"Oye." El dios del mar frunció el ceño.

"Lo siento Poseidón."

Percy nunca podría perdonarse a sí mismo si ese fuera el caso.

Caminó hasta la parte trasera del anfiteatro y se encontró con una vista extraña. Un hermoso sudario azul con un tridente dorado en el centro estaba en un pozo de fuego en el anfiteatro, ardiendo lentamente.