Cap 13 • Atípico

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UN CUMPLEAÑOS SIN TI_____________

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UN CUMPLEAÑOS SIN TI
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Un día antes de mi cumpleaños...

Al día siguiente en el instituto soy el centro de todas las miradas. Me siento tan hostigado que me gustaría estar varios metros bajo tierra. Apenas entro en clase, los más hipócritas se acercan para preguntarme cómo estoy, pero los ignoró.

Durante el receso evito las miradas de todos escabulléndome del aula y refugiándome en los baños. Cuando regreso, me siento aún más solo que cuando empecé a sentirme solo. Mi mente máquina un sin fin de teorías pero ¿Y si hubiese faltado adrede? Eso significaría que a ella también le afectan las habladurías.

(...)

Con lo que paso ayer no me dieron ganas de pasar el día encerrado.

Decidí no ir a estudiar eldía de hoy apenas lo diviso y doy media vuelta, tuerzo a la izquierda y me alejo. Es mi cumpleaños y me merezco alguna distracción, a pesar de que me siento culpable.

Culpable por faltar a clases.

La verdad es que es mi primer cumpleaños sin Thomas y no tengo ganas de ver a nadie.

Es un día soleado, de manera que lo primero que hago es ir al centro comercial a desayunar; luego doy un largo paseo por la playa. Hace un tiempo precioso y en la playa se está de maravilla. Intento no pensar en nada, ni en el instituto ni en casa, pero cuanto más me esfuerzo más se acrecienta en mí un sentimiento de soledad. Al cabo de media hora regreso a la ciudad en la moto. Entro en los locales de ropa y paso allí una media hora, me pruebo varios pantalones y un par de camisetas.

Vuelvo a casa un poco antes de la una. Mientras subo la escalera mamá dice que ya está lista la comida, me sirve los platos que más me gustan y se esfuerza por hacerme feliz. A pesar de que no le he pedido nada, cuando llegamos al postre me tiende una cajita de joyería. Me ha comprado una pulsera y un reloj, me los pongo y me inclino sobre la mesa para abrazarla y besarla. Ha ido mejor de lo previsto, pienso. con media hora de antelación y nada más cruzar el umbral de mi cuarto, mi papá me abraza y me da un paquete. Lo desenvuelvo y descubro un par de audífonos y un celular. Le doy las gracias y le doy un abrazo. Tras cerrar la puerta, suspiro aliviado y vuelvo a mi cuarto.

Después de un tiempo tirado en la cama volteo a ver la ventana y por finveo que llego la hora, la hora donde se encienden las luces nocturnas, puedover que hay un millón de estrellas y deseo creer que una de ellas eres tú Thom.

No se siente un cumpleaños feliz, como todos los que he tenido. Esta vez siento como si no celebrará a pesar que mis padres se esfuercen.

Pero no todos los cumpleaños serán felices ¿verdad?

Me levanto para agarrar la caja de fotos que compartimos con Thomas en los cumpleaños, están todas las fotos que él y yo nos hacíamos con el pastel.

Este año falto la foto y él,  siempre me faltará él y ahora lo veo real, se que nunca más volveremos a tomarnos fotos juntos.

Así que atesorare todo lo que tenga de él, todo lo que vivimos e hicimos.

Este cumpleaños espero sea el último triste.

(...)

Al levantarme el día siguiente, no me siento tan bien, pero hago un esfuerzo para pasar ameno el día.

Cuando entro en clase, Sadie ya está sentada. Me saluda y aparta su cuaderno para hacer sitio a mis cosas, lo que me deja estupefacto. Le devuelvo el saludo y me quito la chaqueta, luego me siento y, por hacer algo, abro la agenda. Mientras hojeo distraído, ella se vuelve hacia mí y apoya una mano en el respaldo de mi silla. Ese gesto hace que me sienta violento, porque estoy segura de que todos nos observan.
—¿Cómo estás? —me susurra.

—Bien —contesto, y después, mirando alrededor para ver si alguien nos espía, añado—: Todos creen que salimos juntos.

No tenía intención de soltárselo así, tan secamente, pero ya no tiene remedio. Sadie retira la mano del respaldo y apoya las dos en el borde del escritorio.

—¿Y qué? —replica en tono gélido, volviéndose para mirarme de nuevo.

—Pues nada, sólo quería que lo supieras —respondo simulando que leo.

—Ya sabes que lo que piensen esos, me importa un carajo. ¿Por qué me lo dices? ¿Te importa a ti? —inquiere agresiva.

—¿A mí? ¿Y por qué debería? —replico en tono desafiante, volviéndome hacia ella para mirarla a los ojos, y le recuerdo irritado—: Si me molestase, como dices, no te habría invitado a comer.

He alzado demasiado la voz y, en ese preciso instante, me doy cuenta de que la clase entera nos mira. Sadie se cierra en su habitual silencio plomizo y se pone a dibujar pasando olímpicamente de los demás, también de mí.

Por suerte, no es todo el día. las miradas antes fijas en nosotros se dirigen al frente. Mientras el profesor escribe en la pizarra, con el rabillo del ojo veo que Sadie se inclina hacia mí.

—Perdón por la forma en que te hable, ¿Pasamos de venir mañana a clase? —me susurra sin perder de vista al profesor.

Cuando dijo eso, a mi corazón le llega una dosis de adrenalina, no me esperaba esa propuesta. Y yo que pensaba que se había molestado... ¿Y ahora? 

Digo que sí casi inaudiblemente.

—Y... a donde iremos? –le susurro igual.

—Veremos en el momento, hay que ser espontáneos Landon—me dice con un brillo en los ojos.

Ya había faltado anteriormente, otro día no afectaría más de lo que ya estoy.

Aunque les diré a mis padres que faltare otro día, siempre les digo cuando falto y esta vez no será una excepción.

Se que se preocupan por mi y no deseo que estén más preocupados por mi.

¿Mañana tendre un buen día?






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En el siguiente capítulo se viene lo buenooo



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PESADUMBREWhere stories live. Discover now