La cita con el artista

80 4 1
                                    

La otra herramienta básica de El camino del artista puede parecerte una diversión más que una herramienta. Es posible que veas con claridad la utilidad de las páginas matutinas pero tengas tus dudas acerca de algo que se llama la cita con el artista. Te aseguro que las citas con el artista también funcionan.

Imagina esa combinación de herramientas como un par de walkie-talkies: uno que transmite y otro que recibe. Es un proceso que se lleva a cabo en dos direcciones, que se desarrolla en dos pasos: primero fuera y luego dentro de uno mismo. Cuando escribes tus páginas matutinas estás enviando; es decir, transmitiendo tanto al universo como a ti mismo tus sueños, insatisfacciones y esperanzas. Cuando cumples con tu cita con el artista estás recibiendo; esto es, abriéndote a tu sabiduría interior, a tu inspiración, a tu guía.

Pero ¿Qué es exactamente tu cita con el artista? Es una parte de tu tiempo (por ejemplo, dos horas a la semana) reservada y enfocada sólo a alimentar tu conciencia creativa, a tu artista interior. Básicamente la cita con el artista es una excursión, un juego que planeas y defiendes ante cualquier interferencia. No irá nadie a tu cita con el artista, salvo tú mismo y tu artista interior; esto es, tu niño creativo: ni amantes ni amigos ni pareja ni hijos ni cualquier otra clase de compañía.

Si crees que esto es una estupidez o que nunca tendrás tiempo para hacerlo, considera esta reacción como una pura resistencia. No puedes permitirte no encontrar tiempo para tu cita con el artista. Los psicólogos hacen con frecuencia esta pregunta a las parejas en crisis y a los padres con niños problemáticos:

—¿Tenéis tiempo para vosotros? —¿Tiempo para nosotros? —suelen responder—. Pasamos mucho tiempo juntos. —Sí, pero ¿es tiempo de calidad? ¿Alguna vez os divertís juntos? —insiste el psicólogo.—¿Divertirnos? —preguntan (aunque para sus adentros se dicen: «Como si alguien pudiera divertirse en una relación tan podrida como ésta»). —¿Seguís teniendo citas entre vosotros, para hablar, para escucharos? —¿Citas? Pero si estamos casados, liadísimos y no tenemos pasta para eso ni...—

 Lo que tenéis es miedo —interrumpe el psicólogo—. Al pan, pan y al vino, vino.

Porque realmente aterra pasar tiempo a solas con un niño o con un amante. Nuestro artista interior puede ser visto como cualquiera de las dos cosas y una cita semanal con él resulta muy amenazadora... Tanto como productiva.

«La creación de algo nuevo no es un logro del intelecto sino el instinto de juego que actúa a partir de una necesidad interior. La mente creativa juega con los objetos que ama». CARL GUSTAV JUNG

¿Con que una cita? ¿Con mi artista? Efectivamente. Tu artista necesita que lo saquen de casa, que lo mimen, que lo escuchen. Hay tantas maneras de evadir este compromiso como días hay en tu vida. «No tengo dinero» es la favorita, aunque nadie dijo que la cita implique grandes gastos. Tu artista es un niño y el tiempo que se pasa con los padres es mucho más importante que el dinero que se gasten. Ir a un bazar estupendo, ir en solitario a la playa, ver a solas una película antigua, ir a un acuario o a una galería de arte: todas estas cosas requieren tiempo, no dinero. Recuerda que lo sagrado es tu compromiso de tiempo. Es, para entendernos, como cuando un hijo de padres divorciados ve a uno de ellos, al que adora, sólo durante el fin de semana. Tu artista pasa la mayor parte de la semana bajo la custodia de un adulto estricto y con un trabajo exigente. Lo que quiere ese hijo no son excursiones caras sino atención, y lo que no quiere es compartir a su querido papá con alguien como su nueva pareja.

Pasar tiempo a solas con tu niño artista es esencial para alimentarte a ti mismo: un largo paseo por el campo, ver la salida o la puesta del sol a la orilla del mar, una insólita visita a una iglesia desconocida para escuchar un concierto, visitar un barrio donde viven muchos extranjeros para ver y oír otras cosas. Tu artista podría disfrutar de cualquiera de estas cosas. Como si disfruta de jugar a los bolos.

Comprométete a una cita semanal con tu artista y verás cómo el aguafiestas que llevas dentro intenta escaquearse, con qué facilidad invade tu tiempo sagrado y qué pronto incluye a terceros. Debes aprender a protegerte de estas invasiones.

Sobre todo aprende a escuchar lo que opina tu niño artista de vuestras excursiones juntos. Por ejemplo, «Odio esta clase de cosas», puede protestar tu artista si insistes en llevarle sólo a sitios de mayores, buenos para su educación.

Escúchalo. Te está diciendo que tu arte necesita un poco de animación. Y con un poco será suficiente para que lo que era trabajo se convierta en placer. Olvidamos que una imaginación activa es la clave de todo buen trabajo e incrementar nuestra capacidad para trabajar de una forma realmente creativa es de lo que trata este libro.

«Todo niño es un artista. El problema es cómo seguir siendo artista una vez que se crece». PABLO PICASSO

«Durante [estos] periodos de relajación, después de una actividad cerebral concentrada, parece que la mente intuitiva asume el mando y es capaz de producir esas repentinas y clarificadoras visiones que provocan tanta alegría y deleite». FRITJOF CAPRA

Es muy probable que te descubras intentando evitar tus citas con el artista. Esta resistencia es simple miedo a la intimidad, a intimar contigo mismo. A menudo cuando mantenemos una relación problemática nos acostumbramos a evitar a nuestra pareja. No queremos saber lo que piensa por si nos duele. De modo que la rehuimos a sabiendas de que si tiene la oportunidad nos dirá algo que no nos gustará oír. Es posible que quiera una respuesta que no tenemos y que por tanto no podemos darle. Y es posible que nosotros nos estemos comportando con ellos del mismo modo, y que los dos finalmente nos miremos con asombro y digamos «pero si yo no sabía que te sentías así». Esta revelación, por inquietante que sea, nos guiará a la hora de establecer una verdadera relación en la que sus miembros se sienten libres de ser quienes son y de llegar a ser quienes desean. La posibilidad de ese vínculo es la que hace que merezcan la pena los riesgos de la autorrevelación y de la intimidad con uno mismo. Para lograr una buena relación con nuestra creatividad debemos dedicar el tiempo suficiente a cultivarla y cuidarla. Y nuestra creatividad aprovechará este tiempo para establecer un diálogo con nosotros, para que confiemos, para estrechar lazos y para hacer planes de futuro.

Las páginas matutinas nos ayudan a conocer mejor nuestros pensamientos y nuestras necesidades, a identificar nuestros problemas y preocupaciones. El primer paso será como una oración: quejarse, hacer inventario, llegar a conclusiones, sopesar, atormentarse. En el segundo paso, tras la catarsis provocada por nuestra cita con el artista, empezaremos a encontrar soluciones al tiempo que acumularemos las reservas creativas necesarias para hacer realidad nuestro arte.

El camino del artistaWhere stories live. Discover now