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Veterinario.

Harry y Louis tenían una semana exacta de estar comprometidos.

Todo iba bien, hasta que Fluffy tuvo su regular cita con el veterinario.

Louis llevó a Harry y a Fluffy a la clínica veterinaria a la que siempre asisitian, el doctor de Fluffy era un viejo mayor de cincuenta y tantos años, y era de su máxima confianza.

-Esta enfermo - fue la respuesta de la señorita cuando preguntaron por el doctor.

Así que no quedó mas remedio que dejar a Fluffy en manos del recién recibido doctor. Por que tenían a) al doctor manteca y b) al nuevo doctor, así que se decidieron por el nuevo doctor y entraron al pequeño cuarto que le pertenecía a él.

Harry no iba a arriesgar a Fluffy solo por que su doctor estaba enfermo.

-Buenas tardes - el deslumbrante doctor de veintitantos años los atendió con una gran sonrisa -¡pero que hermoso cachorro! - lo acarició. - dicen que se parecen a su dueño - miró a Harry.

Hey, estoy aquí, soy su prometido, imbécil. Quiso gritarle Louis.

Harry se sonrojó.

-Bien, mi novio y yo queriamos que le hiciera las revisiones mensuales para ver si tiene algun problema.

El doctor lo ignoró monumentalmente y siguió coqueteando con Harry.

Cuando Harry dejó sobre la camilla a el pequeño perrito, los ojos del doctor fueron directamente a sus manos, detectando el anillo de compromiso. Louis sonrió satisfecho.
Louis tomó la mano de Harry mientras el doctor le hacia algunos chequeosna Fluffy, y descartaba enfermedades.

-Te amo- susurró Harry al oído de Louis, al haber notado como su novio se ponía celoso.

-Yo te amo más, bebé.

•••

Todo estaba bien con Fluffy, como siempre

El doctor les había dado la jodida consulta gratis ¡gratis! Claro, todo gracias a Harry y sus espantosamente sexys hoyuelos.

Louis no podía estar mas molesto por ello, y no se tomo la molestia de ocultarlo.

Harry estaba nerviosos por que Louis casi nunca era celoso, si lo fuera, no dejaría que Zayn, o Nick o cualquier otro chico lo trajeran a casa, o salieran con él por un café. Y estaba consciente de que en parte era su culpa, por no haber parado el coqueteo del doctor.

-Lou, no te enojes.

-No estoy enojado.

-¡Hay por favor, es obvio que lo estas, además yo no hice nada malo!

-¡¿Que?! - detuvo el auto en un semáforo rojo - Harry realmente pudiste haberlo parado.

-Bueno, lo sé, lo lamento. - se hundió en su asiento mientras acariciaba a fluffy.

-Te dejare en casa, y regresaré al hospital. - el semáforo cambio a verde, y Louis avanzó.

Cuando llegó a casa, Louis no bajó del auto para abrirle la puerta a Harry, solo le dijo adiós con la mano, y se fue.

Harry suspiró, no había nada que hacer, ya lo arreglarían cuando llegara a casa.

fluffy »l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora