_ ¿Por qué mi hijo no quiso decirme quien es su madre? - La mirada perdida de ese joven hacia ver lo abatido que estaba, y al mismo tiempo las palabras de cierto pelirrojo resonaban en su cabeza- Como sé que ella no nos dejó, que está orgulloso de ser quien es o de quien es su padre- La risa de su profesora llamo su atención y la miro intrigado.

_Como sabes que no tienes más hijos.... Se observador Draco, hay mucho más de lo que crees, pero para eso tienes que abrir tu mente.

_Los Malfoy estamos malditos, no podemos tener más de un hijo y mucho menos mujeres- La sorpresa en su profesora lo hizo reír- Mis padres creen que no lo sé, pero investigue y resulta que hace miles de años no hay mujeres nacidas y por lo general si eso ocurre o se intenta, nuestras parejas mueren.

_Se paciente, y observa.

_No voy a negar que todo esto llamo mi atención, desde que llegaron esos chicos tengo una presión en el pecho que no puedo calmar. Todo lo que paso hace rato.... Es raro, tanto sentimiento, tanto que no puedo descifrarlo- Su mirada se posó en la castaña y sus ojos se agrandaron al notar ciertas cosas, su maestra sonrió al ver como se acercaba a su alumna para acariciar sus revoltosos rizos- No puede ser....

_Todo es posible si así lo decidimos.... Nuestras acciones, malas o buenas son las que marcan nuestro camino- Ambos pudieron notar como la castaña se removía al sentir ese tacto, Draco apenas fue consciente cuando acaricio las pequeñas pecas de su nariz, así como rozo con su pulgar el lunar que estaba debajo de su oreja izquierda, el mismo que distinguió en Scorpius y solo pudo sonreír.

La castaña escuchaba voces a su alrededor, una caricia fría al tacto, pero cargada de algo más intenso. Sentía que se removía en su lugar y movió sus manos para tomar esas que estaban por abandonar ese mimo que tan bien se sentía.

_Ya Granger.... Despierta y deja el drama que todos están preocupados- Esa inconfundible voz la hizo sonreír, pero al mismo tiempo una mueca de tristeza apareció en ella que aún tenía sus ojos cerrados. Comenzó a llorar desconsoladamente, llorar todo lo que no había llorado hasta ese momento y solo había transformado en cansancio y enojo.

El rubio se sintió descolocado, pero algo dentro de él se movilizaba y lo hacía actuar de manera que apenas podía entender. Se sentó en la cama para levantarla y sujetarla en sus brazos, se apretaron tanto en ese abrazo y podrían haberse sentido ahogados, pero no era el caso, fue hasta que el rubio mismo sintió sus mejillas húmedas, sentía como el apretón de su pecho se aflojaba poco a poco.

Abrazados uno al otro y llorando por todo lo que paso y todo lo que vendría, Minerva apenas pudo contener algunas lágrimas, pero al mismo tiempo sonrió para luego acariciar el cabello de su alumna favorita.

_Si estas mejor me retiro Hermione- La castaña apenas despego el rostro del pecho del rubio para sonreírle triste- Se fuerte mi niña, es hora de enfrentar todo como la leona que eres, los dejo.... Tienen mucho que hablar- Hermione abrió sus ojos aún más grandes para mirar al rubio con miedo y luego giro para ver a su maestra con reproche- No me mires así, yo no dije nada, se dio cuenta.... Aunque ya era hora que lo haga, demasiado dormido para mi gusto- Él bufo fastidiado y ella rio un poco, pero se abrazó más al rubio cuando sintió que quería alejarse ya que se lo notaba enojado.

Sin más palabras, solo algunas risas, Minerva se dirigió directo al comedor para encontrarse con todos reunidos.

Harry fue hacia ella y solo le sonrió al joven de lentes que frunció el ceño, su hija la abrazo fuerte y ella solo pudo suspirar al sentir todas las miradas que le caían encima.

_Tranquilo Potter, no la deje sola, esta con alguien con quien necesita hablar.... Despertó hace poco y se la veía bastante angustiada.

_ ¿Esta con papá? - Lyra se mordía el labio nerviosa mientras retorcía su blusa, la bruja sonrió al ver esa misma actitud en su alumna y luego le asintió para tranquilidad de muchos.

Maestra leonaWhere stories live. Discover now