- ¿Cómo esta Donovan? –le pregunto sentándome correctamente.

- ¿Qué? –contesta, confundido.

-Donovan, el señor que me presentaste la otra noche –digo como si hubiera sido la semana pasada, desde ese día casi siempre le pregunto por él –lo voy a invitar a cenar.

- ¡Que! –dice sorprendido.

-No entiendo tu reacción, Donovan fue muy amable y quiero agradecerle –le digo.

-Sabes que estás hablando de alguien a quien considero mi segundo padre –dice para hacer que cambie el tema, pero le cambio el juego.

-Tu padre también sería una buena opción –digo y solo siento como el cuerpo se me hace para adelante cuando el frena –si no llevara cinturón estaría estrellada contra el cristal –le digo mientras la risa me gana saliéndome a carcajadas.

-Retráctate –me dice infantilmente.

-No, tu padre es una persona muy atractiva –digo justificándome –tu abuelo o por dios tu abuelo es

- ¡Ya! –grita soltando el volante y cubriéndose los oídos.

-No es mi culpa que los James sean tan calientes –digo antes de pensar, pero la manera en que se destapa los oídos y me mira me hacen saber la estupidez que cometí.

-Acabas de aceptar que los James somos calientes –dice socarronamente y esta vez soy yo la que se queda en silencio.

Me cruzo de brazos y miro al frente, y él continúa manejando mientras alardea la idiotez que dije, entramos a la ciudad y me comienzan a llegar mensajes de Logan preguntando si a qué horas llego, por lo que me distraigo respondiéndole que no iré, explicándole que me quedare en un hotel porque me siento algo enferma y después tenemos una pequeña discusión.

- ¿Pizza o hamburguesa? –pregunta Zeth sacándome de mi pelea virtual.

-Pizza –respondo al percatarme que estamos en la zona en donde venden comida rápida.

-Bien –responde girando el auto hacia la entrada de autoservicios.

Nos entregan la comida y yo no me espero a que me lleve al hotel, solo tomo una rebanada de pizza y comienzo a comer mientras el conduce, me acabo la primera rebanada y tomo una segunda, pero no la dirijo a mi boca, si no, se la acerco a Zeth, primero me observa confuso y yo estiro la rebanada hacia él y Zeth abre la boca permitiéndome darle de comer.

-Podría acostumbrarme a esto –dice cuándo entre los dos nos acabamos la primera caja de las dos que compramos.

-No lo hagas –le respondo limpiándome las manos con una servilleta.

-Vamos a mi casa –me informa mientras que noto que toma el camino que lleva a la privada en donde vive.

- ¿Por qué? –pregunto con seriedad.

-Porque sí –me responde sin darme más explicaciones.

-Pelearía contigo, pero estoy tan cansada y tan poco dispuesta –le digo dándome por vencida.

Escucho que él ríe mientras yo solo ruedo los ojos, los dos somos tan obstinados y tercos que tardaríamos peleando y realmente estoy cansada para ponerme a hacer niñerías, terminamos de llegar a su casa en silencio, y cuando aparcamos me espero y él me tiene que ayudarme a bajar, ya que el mareo no me permite ponerme en pie.

-Espérame aquí –dice dejándome en unos de los muebles de la sala.

-Lastima, yo pensaba en irme a la fiesta en mi departamento –le digo con sarcasmo y el me mira serio, pero veo el asomo de la sonrisa que disimula.

COMMANDING "Legend"Where stories live. Discover now