Vacío

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Esta es la última semana de la tropa ALBIS y la he usado para perfeccionar todo lo que aprendieron, y el resto del tiempo me la paso encerrada en mi oficina haciendo los diplomas y cartas de recomendación, por otro lado, están Logan y Adam, quienes me pidieron mi departamento para hacer una fiesta el viernes

-Me das las llaves de tu hogar –dice Logan entrando a mi oficina.

- ¿Pero la fiesta es hasta el viernes? –digo confundida.

-Hoy es viernes –responde cruzando los brazos.

-No es cierto hoy es viernes –digo después de verificarlo en la computadora.

Estira la mano pidiendo las llaves y yo se las entrego y luego le hago una seña para que se marche, se va dejándome sola y yo descanso mi cabeza entre mis manos, es que simplemente no lo puedo creer, el último mes se me fue volando, que hoy sea viernes implica que el lunes es la despedida de la tropa ALBIS, por lo que aún tengo que terminar 10 diplomas y 15 recomendación en tiempo récord, porque después de eso tengo que ir a vigilar que no destruyan mi departamento.

Me encargo de que nadie me interrumpa y me pongo a trabajar sin parar las siguientes horas; las manos ya me duelen de escribir, mi cerebro se siente cansado y tengo hambre, reviso el reloj y son las 7 de la noche, así que no me paro, solo tomo una botella de agua terminando lo poco que me falta, a las 9:52 estoy cerrando el último documento, así que lo pongo en una USB y le pego una nota que dice imprimir, recojo todas mis cosas y salgo de mi oficina, dejo el USB en el escritorio de mi secretaria en un lugar que sea visible para ella y me marcho del lugar.

El cansancio me tiene agotada, pero estoy consciente que al llegar a casa no poder dormir hasta las 4 de la mañana, el elevador del estacionamiento se abre y salgo buscando mi auto, no lo encuentro, por lo que toco el seguro haciendo que el auto suene y saber dónde está, pero aun así no lo encuentro, y me dan ganas de llorar.

- ¿Estas bien? –pregunta Zeth dándome un susto de muerte.

- ¡Qué diablos te pasa, no debes de asustar a las personas así! –le grito alterada.

-Oye, tranquila, te hablé más de cuatro veces y no respondiste, te veías asustada, así que decidí ver que te pasaba –responde tocando mi hombro, para que me calme.

-Perdí mi auto –respondo con las lágrimas desbordando.

Me mira y por la mueca que hace noto que está confundido y preocupado, sin decirme nada me toma la mano y me lleva entre los autos, apenas damos unos cuantos pasos cuando se detiene y me señala mi auto, me quedo quieta viendo que está en el lugar que dice mi nombre.

- ¿Te encuentras bien? –pregunta mirándome a los ojos.

-Yo solo estoy algo cansada –confieso.

- ¿Cuánto has dormido? –indaga.

-No mucho últimamente, el trabajo me ha mantenido ocupada y aparte he tenido insomnio –y las peleas revelo ignorando a mi conciencia, me observa y toma una respiración profunda antes de quitarme las llaves de mi auto - ¡oye! Eso es mío.

-Te voy a llevar a casa, no estás en condiciones de manejar –dice mientras me da la mano para que suba a mi auto.

-A casa no, lo chicos están en una fiesta, y va a ver mucho ruido, llévame a un hotel –le pido cerrando los ojos.

Arranca el auto y escucho como a la salida el vigilante le pide su credencial y yo sin abrir los ojos le entrego la mía, segundos después me la devuelve y el carro se pone en movimiento, la cabeza me duele tanto que gruño porque no me deja darme una mini siesta.

COMMANDING "Legend"Where stories live. Discover now