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Como por arte de magia a Jeongin le bajó la fiebre dos días después de que se enfermara, ya podía asistir al Instituto. Esa mañana fue diferente a las demás, se preparó como siempre pero cuando fue a abrir la puerta, algo le agarró de la mochila lanzándole al suelo, su padre le miraba con rabia.

—Ni te creas que vas a salir de casa así —le dijo.

Jeongin supo a lo que se refería, iba con el top que se compró cuando estaba con Felix. Si hubiera sido un padre normal tal vez el castaño pensaría que se preocupa por él, para que no se resfríe ni le de fiebre de nuevo. Pero sabía que lo decía por otra cosa.

—Pareces una puta vestido de esa forma —escupió.

Jeongin se levantó del suelo. Y por primera vez hizo algo que jamás habria pensado hacer, le contestó:

—Me importa una mierda lo que pienses.

La expresión era una mezcla de rabia y de sorpresa, se enfureció aún más y su cara se tornó roja. Alzó su mano y firme se dirigía a la mejilla de Jeongin, antes de que impactara en su cara, salió corriendo por la puerta, pudo escuchar como la mano de su padre daba un manotazo en la puerta. Jeongin supo que cuando llegara a su casa le esperaría una buena, de la que no se libraría jamás. Pero prefirió no pensar más en ello. Cogió el autobús y fue a clases. Al llegar Felix le estaba esperando.

—¡Pensé que habías muerto! —exclamó—. ¡No has contestado durante dos días!

—Ya lo se, y si es verdad que casi me muero —se acercó al rubio y le susurro:— Tuve un sueño algo... Caliente, con Hyunjin.

—¿¡Con el profe de historia!? —gritó, Jeongin le puso la mano en la boca para que callara.

—Si te lo he susurrado no es para que lo grites a los cuatro vientos¹ —dijo el castaño algo irritado.

—Perdón ¿qué soñaste? —preguntó curiosos.

—¡No te lo voy a decir! Es privado —contestó cruzándose de brazos.

—Venga ya... No es justo, si me lo dices no es para que no me lo cuentes —reprochó impaciente.

—Te lo contaré si me haces un favor —dijo, Felix asintió, de modo que continuó.— Necesito quedarme este fin de semana contigo, pero no hagas una fiesta como la otra vez, porfavor —le pidió. El rubio le miró algo extrañado.

—Está bien... ¿Ha pasado algo con tú padre? —Jeongin negó con la cabeza.

—No, pero pasará, lleva aguantado desde el lunes —contestó el castaño.

Ya era viernes, y si Jeongin no se quedaba en casa de alguien dormiría en la calle, pero no quería ver a su padre, mucho menos cuando llevaba sin pegarle desde hacía tiempo. Así que ocurrir a su amigo para que le ayude le parecía la mejor opción, antes que quedarse en la calle, prefería eso. Entraron en el instituto y fueron a clase, pasaron las horas, al llegar la tercera hora el profesor de Historia entró, muchas de sus compañeras empezaron a gritarle lo guapo que ese dia estaba, y si ya tenía los exámenes corregidos, él se rió a todos los comentarios y se dirigió al sitio de Jeongin, donde él ya estaba sentado.

—¿El lunes te va bien hacer el examen? —le preguntó.

—Sí.

—¿Ya estás mejor? —el castaño asintió.— Me alegro.

Dicho eso se fue, el profesor correspondiente a esa hora vino después de que el peli negro se marchara por la puerta. Empezó a dar su lección y poco a poco la hora terminó. Al sonar el timbre del descanso salieron fuera para comerse el almuerzo, se juntaron los cuatro para comer en un rincón del patio, específicamente en las gradas del patio exterior, hacía frío pero el gimnasio estaba cerrado. Los viernes a la hora de la comida los trabajadores y las trabajadoras de la limpieza asean de arriba abajo todo el gimnasio, por eso los viernes se cerraba. Le explicaron a Jeongin de lo que iba a salir en el examen de Historia, se apuntó las preguntas en el móvil para así estudiar mejor. Sonó el timbre y entraron de nuevo a clase, les tocaba cultura audiovisual y la hora se le hizo amena, las dos siguientes no tanto, mates e inglés. Al terminar la clase de inglés casi todos los de la aquella aula salieron con dolor de cabeza. Jisung y Seungmin se despidieron de Felix y de Jeongin. Estos últimos fueron a la parada del bus y se subieron al primero que pasó por allí, el castaño no quería ir a su casa para buscar ropa, como la otra vez, así que le pidió a su amigo que le dejara lo necesario para dormir y quedarse en su casa. Llegaron y Felix abrió la puerta, la hermana del rubio estaba tirada en bragas en el sofá, viendo la televisión, se giró hacía la entrada y cuando vio quienes eran habló.

❝[𝐘]𝒐𝒖𝒓 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚢。📖  𓄹ֺ໋ ᮫  [𝐇𝐲𝐮𝐧𝐈𝐧]❞Where stories live. Discover now