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Mientras cruzaba la calle, Hongjoong sentía como, poco a poco, se iba disipando esa sensación incómoda que había sentido mientras estaba en la casa. El olor de Jongho en serio lo tenía alterado, y no había nada que le molestara más que tener ese tipo de pensamientos hacia quien era prácticamente su hermano menor. Al llegar a la tienda, abrió la puerta para encontrarse con que Seonghwa venía saliendo. El humano iba vestido con ropas casuales, pero definitivamente no eran las que usaba para trabajar. Llevaba una mochila y se había esmerado un poco más con su peinado.

—Hong... —Seonghwa lo miró, bastante sorprendido al verlo entrar.

Esa ligera sensación ansiosa se instaló de nuevo en el Kim. El olor de Jongho estaba aun rondando por su mente.

—Hey… —correspondió el saludo y se quedó de pie en medio de la tienda, con las manos en los bolsillos.

—No tenías que venir hoy, es tu día libre —Seonghwa se acercó más a él—. ¿No lo recordabas? Te lo dije ayer.

—Sí pero… no tenía nada mejor que hacer en casa, así que… pensé que podría venir a dar una mano. No necesitas contarme el día, pero aun así...

—Lo siento mucho... —el Park ladeó la cabeza—. Pero hoy no vamos a abrir. Mi mamá tiene trabajo que hacer en la clínica veterinaria y yo tengo que pasar por la escuela.

Hongjoong enarcó las cejas. No sabía nada con respecto a los estudios del chico.

—No sabía que estudiabas.

—Sí, claro. Estoy en cuarto año de medicina, ¿no te dije?

—Puede que lo hayas hecho, pero yo no creo recordarlo.

—Pues sí. Llevo casi dos semanas de vacaciones porque era período de exámenes de recuperación y eso… pero dado que ya aprobé todo en la primera ronda, no tuve que seguir yendo. Sin embargo, el nuevo semestre comienza el lunes, así que debo ir a buscar mi horario y rematricular. También debo pasar por la librería.

—Ya veo… —el rubio retiró la vista y miró hacia la calle.

—Pero… —comenzó a decir Seonghwa, se notaba que estaba dudoso—. Si de verdad que no tienes nada mejor que hacer, puedes venir conmigo. Digo… sólo si quieres.

Hongjoong buscó los ojos del humano. Realmente parecía haberse puesto nervioso sólo por decir eso. ¿Cuál era el gran asunto con invitarlo?

—Si no te molesta…

Enseguida una sonrisa amplia y limpia adornó el rostro de Seonghwa.

—¡Claro que no! —se acomodó la mochila en los hombros y se dirigió hacia la puerta mientras rebuscaba sus llaves en sus bolsillos. Al salir a la acera y cerrar la puerta con llave, sintió que el Kim tiraba de su mochila hasta quitársela.

—¿Qué sucede? —se giró pero Hongjoong simplemente se puso la mochila sin decir nada. Seonghwa sintió como su rostro se calentaba un poco—. Puedo llevarla.

—Aun te duele, ¿cierto? —el rubio lo miró, serio.

—Un poco —Seonghwa se tocó unos de sus hombros, distraídamente—. ¿Cómo...

—Siento todavía el olor de las pomadas y los parches. Deberías ir al médico.

El humano le dedicó una mirada escéptica. ¿En serio le había dicho eso a él?

—Sólo son unos golpes, ya estoy bastante mejor —estiró su mano y tomó una de las asas de la mochila—. Realmente la puedo llevar.

Hongjoong agarró suavemente su muñeca y le retiró la mano.

No Pets Allowed! | 2HoWhere stories live. Discover now