15

740 100 65
                                    

—¿Estás seguro de que no te pasa nada? —Jun se inclinó por detrás de la espalda de Mingi—. No estás actuando igual que siempre.

Mingi encendió un cigarro y dejó que las bocanadas de humo nublaran su vista.

—No hagas eso —el híbrido se dió la vuelta y se estiró, enredándose entre las sábanas. Mingi recordó lo que Hongjoong le había dicho y apagó el cigarro a medio fumar, sacudiendo el humo con sus manos.

—Lo siento —se disculpó y se dejó caer sobre la cama, apoyando su cabeza sobre el abdomen de Jun.

—¿No me vas a contar qué te pasa?

—Cosas de humanos —intentó bromear, pero sólo obtuvo un gruñido por parte del omega—. No, en serio. No me pasa nada.

—Sabes que me puedes decir lo que sea —Jun jugueteó con sus mechones de cabello—. Al menos eso me merezco.

—¿Por qué te preocupas tanto? —Mingi se giró bocabajo, dejando un suave beso sobre el ombligo del híbrido—. ¿Tan mal estuve?

—No. Estuviste bien, como es usual. Pero pude notar que no estabas completamente concentrado. Hay algo en tu mente. No soy cualquier híbrido. Sé perfectamente cómo funcionan los humanos, y tú pareces estar pensando en algo. ¿Tiene eso que ver con el olor a omega que sentí en ti?

—¿A qué te refieres? —Mingi se irguió un poco.

—¿Quién es el pequeño que huele a jazmines? ¿Tu nuevo juguete?

—Lo sentiste —el humano se acomodó mejor en la cama, acostándose junto a él.

—Por supuesto que lo sentí. Es un olor fuerte, pero delicioso. ¿De dónde sacaste a ese omega?

—Vive conmigo.

—No sabía que estuviéramos en ese tipo de relación prohibida —Jun sonrió con picardía y se estiró para mordisquear el lóbulo de la oreja de Mingi.

—No es así —Mingi giró su rostro y lo besó en los labios—. Él y yo no tenemos nada.

—¿Entonces por qué tienes su olor impregnado en todo tu cuerpo?

—¿No te molestarás si te cuento?

—¿Por qué habría de molestarme? ¿Acaso eres mío?

—No.

—Entonces sólo dime. Soy todo oídos —Jun se acomodó. Mingi lo miró algo receloso aún, pero finalmente se dejó llevar.

—Ese chico debutó hoy —se giró a ver al mayor, esperando algún tipo de respuesta, pero el omega sólo lo miraba con atención—. Resultó ser un omega.

—¿Por qué dices "resultó"?

—Nadie esperaba que fuera un omega. Es alto y bastante corpulento. Aunque, si lo pienso bien, no es tan raro. Siempre fue un chico muy dulce, y tiene esa sonrisita ingenua y linda —Mingi sonrió de medio lado al recordarlo—. Ahora que lo sé, no puedo pensar en un género que le viniera mejor.

—Pero ese no es el problema...

—Exacto. Cuando lo ví, no sabía qué le estaba pasando. Pensé que tendría fiebre o algo. Pero cuando fui a mi cuarto, me siguió... había algo distinto en él. La forma en la que se me insinuó... no pude resistirme, de verdad que no. Nunca lo había mirado con ojos distintos a los de un hyung que se preocupa por él, pero esta mañana... cuando se acercó a mí, y me pidió que lo marcara, con esa cara... no pude contenerme. Había algo en su olor, en la forma en la que su voz jugaba con mis sentidos. Era tan... sugerente. Juro que nunca lo ví así, pero hoy era simplemente demasiado sexy. Estuve a punto de hacer una locura. El chico ni siquiera ha cumplido sus veinte años.

No Pets Allowed! | 2HoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora