-         ¿Le han denunciado? – John la miró como si tuviera una tercera cabeza.

-          Claro que lo denunciamos, a él y a ese tipo con el que estaba – Celia volvio a cerrar los ojos.

-          Todo el mundo se ha enterado supongo – escuchó un bufido de John.

-          Si el no tuvo la delicadeza de respetar a mi esposa, yo no tendré ninguna consideración con él.

-          ¿Tu madre como esta? – no escuchó más a sus pasos por el cuarto y abrió los ojos al tiempo en que lo veía sentarse nuevamente en la cama, parecía triste.

-          Ella fue quien los encontró, fue por su grito que corrí al baño, tenía un presentimiento extraño, estaba muy inquieto y cuando escuché el grito supe que era por ti, detrás de mí llego Anthony, el me ayudo a sacarte – guardó silencio unos segundos mientras se pasaba las manos por la cien repetidas veces – mi madre se quedó allí con él, estuvo hace poco aquí, está muy preocupada por ti, le pregunté como estaba y no me quiso contestar, solo me dijo que le mantuviera al tanto de tu salud. Anthony se está haciendo cargo de todo el desastre.

-          ¿Qué hora es? – John vio su reloj para luego contestarle.

-          Falta poco para las diez de la mañana – Celia se sorprendió por lo tarde.

-          Nos has tenido preocupados a todos, Sara no debe tardar en venir, la pobre no sabe qué hacer, le comentó a su familia lo que pasó y se han puesto muy nerviosos, Jared y Abi querían venir – Celia rodó los ojos, lo que le faltaba, tremendo show el que se había armado.

-          Ya estoy bien, solo me molesta un poco la cabeza ¿me das un poco de agua?

-          Claro – John se alejó hasta la mesita y Celia aprovechó para intentar pararse, pero John llego hasta ella en un salto – hay – la interrumpió intentando ser cuidadoso, demasiado más bien – acabas de despertar, tienes una contusión en la cabeza y… - se quedó pensativo mientras Celia lo miraba aburrida – te quedarás allí por las próximas 24 horas por lo menos.

-          John no seas exagerado, se supone que hoy volvíamos – John se encogió en hombros.

-          Solo volverán algunos, el resto está esperando recibir noticias de tu recuperación o esperan saber de la suerte de mi padre – una sonrisa que no le llegó a los ojos se asomó en su boca – no le perdonaré nunca esto – tomó sus manos y se la llevo a los labios – te amo – le dijo luego de besar ambas muñecas – tenemos que buscarle una solución a todo ese rollo que te empeñas en poner entre nosotros – se recostó a su lado con mucho cuidado y preguntándole con la mirada si estaba bien, Celia solo negó, con la cabeza divertida – vas a necesitar un equipo de futbol americano con todo y suplentes para sepárame de ti – le pasó las manos por la cintura y se acercó hasta ella lo más que pudo, Celia solo rió, se comportaba como un niño, había tantos aspectos de la personalidad de John que la sorprendía, ahora mismo se acordaba de esas historias sobre ese John caprichoso y malcriado que Anthony le había comentado.

Celia cerró los ojos nuevamente, pero en nada de tiempo se escucharon unos golpecitos en la puerta, John grito pase, haciéndola estremecerse, se disculpó apenado pero nunca se movió de su lado, Celia tampoco quería que lo hiciera.

-          Solo vine a dejar esto por… - Celia observó a Sara – oh ¡ya estas despierta! – y sin más corrió a su lado, entró a la cama y la abrazó, detrás de ella entró Anthony y los miró con curiosidad.

-         ¿No invitan? - Celia estaba siendo estripada por su amiga y John este último contestó con buen humor.

-          Claro – Anthony solo se acercó hasta ella y una vez que Sara se hubo retirado hacia un lado, le dio un beso en su mano

Lecciones de AmorWhere stories live. Discover now