El chico del broche de pingüino. | JaeDo. ♥

Undici.

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Lucas estaba respirando agitadamente, JiHyo solo lo veía esperando que saliera del auto.

Ambos estaban enfrente del edificio donde vivían los Kim, era el día donde Jungwoo conocería al menos al pariente más cercano—literalmente— de su novio, una situación donde Yukhei estaba más que nervioso y temeroso de las tonterías que podría decir su prima.

—Si no bajas de ese auto te juro que te haré bajar a las malas —comentaba JiHyo en la acera.

—No es que no quiera bajar, lo que no quiero es que la vayas a cagar —le indicó Lucas. JiHyo se mostró indignada—. Hablo de verdad, te conozco.

—Tienes un mal concepto de mí —la chica solo se tocó el pecho dramatizando la situación. Lucas bajó del auto y advirtiéndole de nueva cuenta a su prima fue que ambos subieron los escalones hasta llegar al departamento de los Kim.

Lucas tocó el timbre y fue recibido por el mayor de los hermanos. SuHo veía serio a su empleado y cuñado; se percató de la presencia de la chica y cambió su rostro por uno más alegre.

—¡Xuxi, ya llegaste! —comentó invitándolo a sentarse—, ¿Tú debes de ser JiHyo, cierto?

Lucas se extrañó del comportamiento de su jefe, normalmente lo llamaba por su nombre real y evitaba a toda costa que estuviera cerca de Jungwoo al menos en su campo de visión. Dudando un poco accedió a sentarse en ese cómodo sofá.

—Sí, soy yo. Un placer —saludó cordialmente. En eso en el campo de visión de Park venía un chico bastante contento, vio a su primo y lo abrazó con mucho cariño.

—¡Xuxi! —oyó decir de aquel chico—. No me avisaste que ya estaba afuera, debía de haberte ido a buscar.

Su primo se sonrojó ligeramente, sonriendo negó a lo dicho— No te preocupes Woo, ya estoy aquí —volteó hacia ella—. Ven, es el momento.

Tomándolo de la mano y agarrando la mano de JiHyo los acercó, Lucas miró a su pareja y luego a su prima— Ella es mi prima Park JiHyo, vivo con ella actualmente —miró a su prima—. Hyo, él es Jungwoo, mi pareja.

Jungwoo la vio con asombro— ¡Un gusto! Lucas me habla mucho de ti y de cómo lo has apoyado para salir adelante —la abrazó de repente. JiHyo correspondió ese abrazo.

—Así que tú eres la razón por la cual no quiere regresarse a China, ahora lo comprendo —sonrió—. Gracias por no dejarlo aún cuando es un idiota.

—Es un idiota que me hace reír y ser feliz, no lo dejaría nunca —se sentó con ella en la sala. Lucas se sentía incrédulo, ¿De verdad su prima no haría ninguna tontería?

Él despejando esos pensamientos, fue a la cocina a servirse un vaso de agua, JunMyeon preparaba la comida mientras escuchaba la radio.

—De verdad que no creí le presentaras a tu familia —dijo sin mirarlo—. Estuvo todo el día limpiando, escogiendo la ropa que se pondría y casi ahorca a Doyoung cuando se enteró que él aún no estaba listo.