Internado de Pijos [Corrigiendo.]

Capítulo11: Quejas ha la directora.

Me estiro acomodandome y de golpe me levanto rápidamente al recordarlo.

-¿Que mierda hacías conmigo en la cama?- Grito señalando a Scott, el cual está encendiendo la televisión.

Él se ríe, y niega.

-¿Te acuerdas ahora?- Se burla, yo le saco el dedo medio.

-Me dolía la espalda en el sofá, así que dormí contigo, por cierto ésta noche dormí realmente bien.- Me guiña el ojo, ruedo los ojos.

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Al llegar ha la habitación, sin que nadie nos viese gracias a dios, ya que son las siete de la mañana.

-Mierda tendremos que limpiar esto.- Me quejo, ayer con la risa y todos eso se me olvido que tendríamos que limpiar todo el desastre.
¿Cómo mierda se saca la pintura del suelo?

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Segunda hora y mates, aburrido, lo único que hacemos es copiar ecuaciones. Sigo copiando hasta que la puerta se abre y oigo mi nombre.

-Buenos días, ¿pueden venir Dana Ferwin y Daniela Martinez un momento? Se las requiere en el despacho de la directora.- Dice la secretaria, Dani me mira confundida y yo me en cojo de hombros. Todos comienzan a murmurar, y las dos dejamos las cosas tal como están y salimos de clase.

-Tú dejame a mi. ¿Sí?- Dani asiente y seguimos ha la secretaria hasta el despacho de la directora.
Al llegar la señora golpea la puerta y se oye un "pase" desde adentro.

La secretaria nos abre la puerta dejándonos paso, entramos y la mujer de unos cuarenta años, bastante guapa, morena, pelo liso, facciones delgadas pero sin pasarse, en concreto, la directora es guapísima.
Y yo pensando que seria una momia.
Señala las sillas, delante de ella y las dos nos sentamos, son cómodas, dios amo las sillas acolchadas, son tan blanditas y suaves.

-Buenos días señoritas.- Dice la directora alejándome de mi estúpido pensamiento sobre las sillas acolchadas.

-Buenos días.- Respondemos ha la vez, con voz firme.

-¿Saben porque están aquí?- Pregunta, mientras se quita las gafas.
Las dos negamos, he intento parecer confundida lo cual consigo.

-Bueno, hoy vino una alumna ha quejarse de ustedes dos, muy molesta, y llena de pintura la cual no sale de su piel, ni pelo.- Señala mientras entrelaza sus manos apoyándose en la mesa para mirarnos fijamente.
Dani y yo nos miramos con los ojos abiertos, la muy maldita se ha chivado.

Bien, voy a poner esto en su contra.

Me muerdo el labio con fingido nerviosismo y suspiro.

-Lo siento mucho, me siento aliviada la verdad, cuando ésta mañana vimos la pintura en el suelo y las bolitas, realmente nos asustamos mucho.- Murmuro con fingido arrepentimiento, siendo sincera estoy fingiendo todo y por la mirada de la directora creo que se lo está tragando.

-¿Estás admitiendo que habéis puesto la pintura y las bolitas?- Pregunta, yo asiento.

-Sí, mire directora, hace unos tres días, Karen, nuestra amiga, nos contó que en nuestra habitación se suicido una chica, y que su espíritu aun vivía en el cuarto. Al principio no me lo creí, pero.. luego comenzamos a oír ruidos y chirridos y nos asustamos así que decidimos cazar al fantasma, y pusimos los cubos con pintura y bolitas, se que suena estúpido pero leímos en internet que funciona, así que decidimos probarlo y dejamos una cámara grabando todo lo que paso ésta noche en nuestra habitación, pero no hemos visto nada aun, porque llegábamos tarde a clase.
Pero lo que no entiendo es que hacia esa chica en nuestra habitación.- Murmuro lo ultimo pensativamente, cómo si no supiese que la zorra nos intentaba teñir.