Capítulo5: Broma 'A'

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Hace dos horas que me desperté, y hace una hora y media que preparé la broma en la cafetería. Lo cual me costó un poco ya que subir un cubo lleno de zumo de fresa y sal a unas escaleras y atar la cuerda no es fácil. Al menos no lo es cuando lo estás haciendo sola y sin ayuda alguna.

Pero todo sea por humillar a la más zorra de las zorras.

Además ¿qué es lo que les duele a los pijos más que nada?

Ah sí, la humillación pública. Cómo ayer ya le di una ración, hoy iba a haber una ración doble de vergüenza, para cierta zorra.
Sigo caminando por el pasillo hasta llegar a la puerta 305; la habitación de Karen.

— Dana, ¿ya está hecho? — pregunta Karen, mientras me deja pasar, yo asiento alzando las cejas causando que se riese. Entro y visualizo a Dani sentada en la cama de Karen con el portátil en sus piernas.
La habitación está pintada de azul bebé, igual a la de Dani y la mía, seguramente todas eran iguales. La única diferencia entre nuestra habitaciones era que la puerta del baño está a la izquierda y las camas están con edredones rojos.

— Todo conectado. —  Confirma. Oh sí, ¿se me olvidó comentar que Dani es una geek de los ordenadores? Pues sí, ella es una pequeña empollona becada, pero eso es lo que más me gusta de ella. La inteligencia siempre gana a la belleza, pero una mezcla de esas dos es realmente mortífero.

— ¿Ira a YouTube directamente? — pregunto mientras me siento a su lado.

Ella asiente sin dejar de sonreír, todas estamos emocionadas, pero no pongo en duda de que ellas más. Después de todo son las que más abusos han recibido de la rubia.

Pómulos altos, nariz firme y pequeña, pelo recogido en una coleta alta liso, labios en forma de corazón, cuello largo, estomago plano, buenos pechos que oculta detrás de una camisa holgada y piernas largas, en definitiva. Cuerpo perfecto.

¿Dónde se ve ella los malditos defectos?

En serio, ¿dónde?

Lo único malo son las gafas. Sí, lleva gafas, pero apenas las usa, y la ropa, tendré que cambiar eso también.

—Entonces ¿la señora de la cafetería aceptó? —  Pregunta Karen, una risa se escapó de mis labios al pensar lo fácil que fue, por un segundo creí que tendría que chantajearla.

—Sí, fue fácil convencerla, ¿tú preparaste la mezcla?— Karen sonríe mientras asiente. Las tres nos miramos y estallamos en risas.

******

—Que cliché por favor, Samanta, Chloe y Natalia. ¿No había nombres más pijos? —  Le pregunto a Karen, ella solo se encoje de hombros y ríe. Samantha Chloe y Natalia son los nombres de las "amigas" de Rebeca.

— Sí, pero no se meten con la gente cómo la zorra, solo se ríen y la siguen. — Explica, yo asiento mientras miro hacia la puerta.

— Entra siempre a las diez y cuarto, cuando la cafetería está llena para que la vean. — Me explica Dani, mientras se bebe su zumo.
Miro la mesa donde se deberían de sentar y me muerdo el labio con ansias, esto va a ser tan divertido.

Miro por la cafetería aburrida y veo al chico que me prestó la camisa, el cual está riendo y hablando con sus amigos.

Cojo la camisa que traigo en mi bolso, por si me lo encontraba, y me levanto de la mesa.

— ¿Dónde vas? — preguntan las dos a la vez, levanto la camisa de cuadros y señalo la mesa del chico.
Ellas asienten comprendiendo, me giro y me dirijo hacia la mesa de los chicos, sintiendo la mirada de más de una persona en mí.

Internado de Pijos [Corrigiendo.]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें