La Nieta de Dumbledore. (3)

Fiesta de Navidad.

La tienda de té de Madame Tudipié, era un lugar era una pequeña tienda de té situada en una calle lateral de la calle principal en Hogsmeade. Las ventanas empañadas y las mesas y sillas llamativas eran reclamadas por magos y brujas, el timbre de la tienda sonó, por medio de el rabillo de su ojo vio a la Señora Narcisa acercarse.

— Lily, querida. — sonrió Narcissa mientras la abrazaba. — Me alegra verte, te ves tan adorable como siempre.

Un poco confundida le correspondió el abrazo. — A mí también me alegra verla, señora Malfoy.

— ¿Viniste sola? — pregunto, sus ojos examinaron la sala de la tienda en busca de alguien conocido.

— No, papá me dejó aquí para ir a arreglar su caldero y otras cosas que le encargaron algunos maestros en Dervish y Banges. — explicó mientras se sentaban. — Vendrá más tarde.

— Menos mal, — dijo frunciendo el ceño. — Con el bastardo de Black suelto es muy peligroso andar sola, en especial para ti.

— Hola hermosas. — dijo Madame Tudipié con una brillante sonrisa. — ¿Qué van a querer? Tengo una gran variedad de artículos de porcelana para sus gustos.

— Un té negro y un té de jazmín, por favor. — dijo Narcissa. — Y escoge a tu gusto el acompañamiento.

— ¡Oh! Perfecto, en unos minutos estará listo. — dijo mientras se alejaba entre las mesas.

— Por unos minutos pensé que no ibas a venir. — comentó mientras la miraba con mucha tranquilidad. — Supongo que ya sabes por qué quería verte.

Madame Tudipié dejo las tasas y unas galletas de acompañamiento.

— Es por el hipogrifo, tu y mi Draco. — Narcissa comenzó a beber con lentitud. — Me ha contado lo que pasó entre ustedes, pero quiero saber tu versión de la historia.

Liliana parpadeo unas cuantas veces, ¿De verdad la iba a escuchar?

— Bueno... — susurro., agachando la cabeza — Dije cosas que no quería decir.

— Como el de ti. — Narcissa dejó la taza sobre la mesa con suavidad.

— Yo... — hizo una pausa. — Estaba muy ofendida con él, digo, en primera instancia, ¿Por qué se alejó del castillo cuando Hagrid dijo que debíamos volver a él ya que Black estaba cerca?

— Espera... — le miró un poco preocupada. — ¿Los dementores no estaban cerca cuando ocurrió eso? ¿Draco no fue al castillo cuando se le ordenó?

— No pudieron encontrar a Black, es muy bueno escondiéndose. — negó con la cabeza. — O es lo que nos informaron...

Liliana tenía un semblante serio.

— Hagrid estaba muy lejos cuando fue atacado y le cure yo misma al igual que Madame Pomfrey lo reviso una y otra vez sin encontrarle nada, luego me dijo que todo era mentira solo para que Hagrid dejará de ser profesor, pero ahora ya no quiero hablar con él.

Miro la taza de té con rabia.

— Me dijo que si me disculpaba y admitía que estaba equivocada convencería al Señor Malfoy de no lastimar a Buckbeak, pero Hagrid no podría dar clases.

— Draco me ha dicho que Hagrid es violento. Lo es con todos y muchos alumnos le tienen miedo.

— Solo es grande y teme lastimar a los demás como pisarlos o llegar a empujar a alguien, pero tiene un corazón blando y extremadamente amable. — le defendió tomando un poco de té luego hizo una pausa. — Supongo que le dijo que Hagrid lo empujó a la nieve.