Emprendiendo vuelo.

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Toda la clase guardó silencio, Liliana sentía latir su corazón a mil no quería que Hagrid se pusiera triste.

— ¿Nadie? — dijo con una voz suplicante.

— Hagrid, — dijo Liliana — Por qué no mejor haces una... — Iba a decir "demostración" cuando la interrumpieron.

— Yo. — se ofreció Potter.

— ¡Buen chico, Harry! — gritó Hagrid un poco aliviado. — Veamos cómo te llevas con... Buckbeak, ¿Lily, te molesta?

 — Claro que no. — Sonrió y se apartó un poco de Buckbeak

— Bien, ahora, Harry — dijo Hagrid en voz baja. — Primero mírale a los ojos. Procura no parpadear. Los hipogrifos no confían en ti si parpadeas demasiado...

Liliana pudo ver como a Potter le empezaron a irritar los ojos, pero no los cerró.

Buckbeak había vuelto la cabeza grande y afilada, miraba a Potter fijamente con un ojo de color naranja.

— Eso es — dijo Hagrid. — Eso es, Harry. Ahora inclina la cabeza...

En cuanto lo dijo, se notó que a Potter no le hacía gracia presentarle la nuca a Buckbeak, pero hizo lo que Hagrid le decía. Se inclinó brevemente y levantó la mirada. El hipogrifo seguía mirándolo fijamente y con altivez. No se movió.

— Ah — dijo Hagrid, preocupado. — Bien, vete hacia atrás, tranquilo, despacio...

Pero entonces, Buckbeak olfateó a Potter por unos segundos, luego giró su mirada a Liliana y nuevamente a Potter. Al final el hipogrifo dobló las arrugadas rodillas delanteras y se inclinó profundamente.

— ¡Bien hecho, Harry! Sabía que Buckbeak sería la mejor opción, es el más manso de todos — dijo Hagrid, eufórico. — ¡Bien, puedes tocarlo! Dale unas palmadas en el pico, vamos.

Potter se acercó al hipogrifo lentamente y alargó el brazo. Le dio unas palmadas en el pico y el hipogrifo cerró los ojos para dar a entender que le gustaba. Los aplausos de todos aparecieron y Liliana sonrió, Buckbeak era sin duda un hipogrifo inteligente y amable.

— Bien Lily, necesito tu demostración, — Liliana asintió y se subió en Buckbeak con mucha facilidad. Hagrid sonrió. — Harry, tu también sube, te va a gustar volar. Lily no seas violenta y date una vuelta, dudo que a Harry le moleste.

— Si se sujeta donde no debe y se cae al suelo desde allá arriba, no respondo. — dijo mientras que Potter se subía, Buckbeak se levantó. — No le arranques las plumas, eso lo enfada.

Se dirigió a Potter antes de que Buckbeak empezará a correr, Liliana se sujetó del cuello del hipogrifo y Potter se sujetó de Liliana por la cintura.

— ¿Todo bien?

— Es un poco incómodo. — declaro. — Prefiero la escoba.

— Que aburrido eres. — Liliana se inclinó y acarició el cuello de Buckbeak. — Vamos a darle a Potter un viaje que no olvide Buckbeak...

Buckbeak respondió con un graznido, se elevó por el techo del castillo mientras seguía planeando apaciblemente. Ambos pudieron ver todo lo que era el castillo desde el cielo. Luego, el hipogrifo empezó a volar hacia el bosque prohibido.

— Sinceramente me da igual en lo que vuele, pero... — sonrío mirando a Buckbeak. — Prefiero volar con un amigo.

— ¿Cómo le dices que valla a una parte? — preguntó Potter un poco curioso.

— Casi nunca le digo, él solo me lleva. — alzó los hombros. — Generalmente dejo que él me muestre los lugares y si quiero ir solo le digo, como por ejemplo... Buckbeak, llévanos a isla del lago negro, la que nadie puede ver por el castillo.

La Nieta de Dumbledore. (3)Where stories live. Discover now