3 - Under The Rain

403 94 7
                                    

El clima en Cloud recess no era exactamente el más cálido, esto lo sabía desde hace mucho que había decidido quedarse a vivir ahí. Por otro lado no es que eso significara estar acostumbrado ya al clima frío del lugar.

Su núcleo dorado se encargaba de mandar calor a cada parte de su cuerpo, aún así prefería obtener calor de manera más natural, el cual era acurrucarse en los brazos de su amado esposo y estar así durante horas hasta que los músculos de sus piernas y brazos se adormecieron.

Actualmente estaba anhelando aquellos brazos alrededor suyo, revoloteando por su cintura, espalda, brazos y brindándole cariño incondicional.

Hace algunos días que había comenzado a llover, el clima era más helado de lo habitual y muchos discípulos e incluidos maestros apenas si salían de sus aposentos si no era para cumplir con sus deberes, los cuales la mayoría se hacían bajo un techo.

—Eh, Yao-ge— bromeó el hombre de vestimentas negras

Había acudido a su habitación con la excusa de sentirse solo sin su esposo, Lan Xichen y Lan Wangji habían tenido que salir por algunos asuntos en la secta Nie hace poco.

—Oye, pensé que eras más elocuente

Le dió un breve vistazo, dando con que Lan Wuxian jugaba con su flauta y miraba a su alrededor aburrido.

—No tengo un tema en particular que tratar contigo

Lo vio hacer un puchero y sentarse recto para observarlo directamente.

—Podemos hablar de los gemelos de jade, eso sería interesante.

—¿De qué modo eso es interesante?

—¡Podemos compartir como son diferentes en las relaciones! Y de paso tener algo de lo que hablar.

—Creo que eso es demasiado obvio, son apasionados con quién aman.

—Eres muy aburrido, pero no te lo discuto...

Hubo unos segundos de silencio, hasta que lo escucho hablar de nuevo, por supuesto, Lan Wuxian nunca se quedaría callado.

—Bien, entonces ¿Tienen algún gusto culposo en la ca-

Sus orejas se pintaron de rojo y encontrando lo que estuviera más cerca se lo lanzó a la cara de su cuñado.

—No seas desvergonzado.

—Hphm por qué todos me dicen eso, no es justo— se cruzó de brazos con fingida ofensa

—Por que lo eres, las personas normales no van y le preguntan a otras sobre ese tipo de cosas.

—Pero somos cuñados, y ambos ya hemos visto y oído más de lo que debíamos.

Se concentro en no pensar en lo mencionado y antes de siquiera tener oportunidad de responder escucho pasos acercarse hasta quedar delante de su puerta, acto seguido de ser abierta.

—A-yao...— su mirada se paseo por el invitado inesperado —Wei Gongzi

—Zewu Jun— ambos se inclinaron levemente en saludo —¿Lan Zhan dónde está?

—Fue directo a sus aposentos

Sin decir nada más lo vio salir corriendo.

—A-huan, debes cambiarte o te resfriaras

Se acercó para tomarlo de la mano y llevarlo al baño, pero, su mano fue aprisionada y jalada fuera con facilidad.

Observo a su pareja con cierta sorpresa, obteniendo por respuesta una sonrisa calmada.

—Espero no te moleste, pero he deseado hace mucho tener la oportunidad de tenerte a mi lado en un día de lluvia.

No entendio, por supuesto que no. Pero lo ignoro, no podría negarle a aquel hombre absolutamente nada y sabía que jamás haría algo que él no quisiera o que lo dañará.

Observo el rostro de su pareja ahora húmedo, con gotas deslizandose desde sus pómulos hasta su barbilla y descendiendo por su cuello, su rostro lucia tan brillante acompañada de su hermosa sonrisa que lo embriagaba.

—Eres perfecto A-yao.

Guardó silencio asimilando las palabras recién dichas y luego sonrió.

—Deberia ser yo quien diga eso

Ambos se sonrieron nuevamente, observandose detenidamente sin perder ningún detalle del rostro contrario, sintiendo sus ropas empaparse y pegarse a sus cuerpos.

El viento chocando contra sus pieles, la lluvia cayendo cada vez más fuerte.

Pero, en ese momento solo podía sentir el calor de sus cuerpos juntos, el más pequeño recostó su cabeza en el pecho de su esposo y cerró sus ojos, concentrándose en los constantes latidos que calmaban cualquier pensamiento que pudiera tener, rodeo con sus manos la cintura contraria y sonrie.

—Deberiamos entrar— hablo A-yao

—Solo un poco más.

No respondió y asintiendo levemente con la cabeza se dejó envolver en los brazos ajenos, sintiéndose protegido y amado.

💛💙

—Te dije que debíamos entrar, ahora estamos enfermo por tu culpa.

Gruñó y se cruzó de brazos sin mirar a su pareja que lo veía con una sonrisa nerviosa.

—Lo siento, pero ahora no nesecito darle excusas al Tío de por qué debo quedarme contigo.

—¡A-huan!

Se giró para encararlo por ese acto descarado, pero solo pudo encontrarse con los labios contrarios presionandose sobre los suyos.

Ya tendría tiempo luego de regañarlo por esto.

Drabbles XiyaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora