2 - Hand Holding

512 102 0
                                    

Lan Xichen había estado ocupado en los últimos días con sus deberes como líder de clan, no podía quejarse de lo pesado que fuera, tampoco vacilar con su sonrisa o usar un tono codecendiente, incluso si había personas que eran muy...exasperantes.

Apenas había podido encontrarse con su esposo, sentía que habían pasado años sin tenerlo cerca. Se sentía como una nesecidad estar con él.

Aunque ya estaba acostumbrado a pasar mucho tiempo fuera dado su puesto, aún seguía pareciendole que era la primera vez que se separaba de la persona que adoraba.

Por ello, cuando su esposo dijo que podía acompañarlo a una reunión, estaba más que encantando, aunque indudablemente no podrían siquiera mirarse o tocarse, tenerlo a su lado y oírlo ya era suficiente.

Por supuesto, A-yao tenía el título de Lan Furen, esposa, y habían cosas que como el título dictaba debía hacer, una de entre tantas era que lo acompañara en reuniones o salidas. Sin embargó él como líder no permitió que a su cónyuge se le impusieran estás reglas, por más que a Lan Qiren y otros miembros de secta no les gustará y hablaran de ello con disgusto, A-yao tenía el derecho a hacer cosas que le gustarán y ocuparse de asuntos que le interesaran, no solo sentarse a su lado de manera dócil durante horas.

Recapitulando, se apresuró a la sala donde se daría la reunión, con el propósito de encontrarse antes con su esposo, que acababa de llegar de una cacería nocturna con su cuñado.

—A-huan

Ambos inclinaron levemente su cabeza a modo de saludo y se acercaron hasta solo quedar centímetros uno del otro, ambos sonriendo con dulzura.

—A-yao...

No sabía que decir, esto era algo que solía pasarle mucho en el pasado; cuando apenas se conocían, no sabía que decirle o como comportarse.

—Lamento avisar a última hora de mi llegada.

—Descuida, me hace feliz tenerte aquí.

Tomo con cuidado las manos más pequeñas y entrelazó sus dedos, amaba la forma tan perfecta en que sus manos encajaban, amaba tomar las suaves manos de su esposo y sostenerlas contra él, sentir su sedosa piel bajo su toque y amaba aún más, ver el anillo en el dedo anular de este. Mostrando que ambos estaban casados, que eran uno...

—Lider Lan, no debería dejarse llevar por sus pensamientos tan fácil. Alguien podría llegar y encontrarnos así.

Bromeó el más bajo con una sonrisa reprimida, aunque ciertamente tenía razón, alguien podría llegar en cualquier momento y encontrarlos haciendo estos actos. Aunque, no sería nada nuevo.

Los discípulos estaban acostumbrados a ver las muestras de afecto de ambos, aún así, no significaba que estaba bien.

—Despues de terminar puedes tomar un descanso.

Sintió un corto beso ser depositado en su barbilla. Lo suficiente como para enviar ondas de escalofríos por su piel y la sangre se le subiera a las orejas hasta sentirlas calientes.

—No pu-

—Seguro que el tío lo entiende, te haz estado esforzando mucho en estos días.

No dijo más, de manera implicita sentía que A-yao tenía algo bajo la manga para que su tío aceptará hacerse cargo de las cosas por hoy.

Sonrió con dulzura y juntando su frente con la contraria apretó sus manos para llevarlo a sus respectivos asientos en el centro de la sala.

No soltaron sus manos en ningún momento, y decidieron que no lo harían en lo que reste del día, después de todo nadie se daría cuenta de ello mientras lo mantuvieran escondidos dentro de sus ropajes y detrás del escritorio de Lan Xichen.

Drabbles XiyaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora