Capítulo 4

47.4K 3.8K 2.3K
                                    


CAPÍTULO 4

[Hasta el propio diablo puede caer en las garras de un demonio]

LILITH

El pánico de ser atrapada y regresar nuevamente a aquella prisión se formó en mí. Pocas veces tengo miedo, está es una de ellas.

¿Cómo me habían encontrado?

Fordel está tan lejos de aquella casa y nadie sabía que me vendría hacia acá.

Retrocedí mientras que el amigo de papá venía hacia mi a pasos lentos con una sonrisa en su horrible rostro, como si estuviera disfrutando verme en esta situación. Es un maldito, todos en aquella casa son unos malditos juro que un día pagaran por el daño hecho.

Prometí no regresar, nunca más, no lo haré ahora, pero, ¿Cómo saldré de está?

Saque la navaja que tenía escondido en mi pantalón y la puse frente a mí y él, Reid observo bien el objeto en mi mano y su sonrisa se agrando.

— No te acerques — lo amenacé.

— No hagas esto más difícil Lil, ven a casa y todo estará bien — dijo lo más tranquilo posible como si no tuviera ningún arma en mi mano para lastimarlo con toda la práctica que he tomado.

Pero, un problema aquí, él me enseñó todas las técnicas y movimientos para usar todo tipo de arma.

Pero soy más inteligente que él y algo se me ocurrirá, vamos mente, te necesito ahora.

— No te me acerques — volví a decir mientras él no obedecía y se acercaba más.

Maldición. ¿Porqué todo tiene que ser tan difícil?

— Tu lugar está con nosotros Lil, vamos sube al auto.

— No haré ninguna mierda— negué.

— Sube al auto — dijo ahora más amenazante y cambiando su expresión calmada a una de enojo.

— ¡Que no lo haré! — grite desesperandome y en un movimiento descuidado que no ví venir me arrebató la navaja de mi mano y está salió volando muy lejos de nosotros.

Mierda, ahora estaba desarmada.

— ¡Sube al auto!

Se acercó a mi tomándome del cabello y estampandome fuertemente a la pared de aquel callejón en el que estábamos, una mueca se formó en mi rostro por el impacto. Golpee su rostro con mi cabeza como respuesta, su nariz crujió y retrocedió hacia atrás mientras agarraba su nariz que sangraba y maldecía violentamente antes de sujetar mi garganta. 

— Zorra... — logro pronunciar.

Pateé su rodilla y golpeé su estómago con el codo al mismo tiempo. Me soltó y corrí hacia la calle, pero él me sujeto el pie en el último segundo, perdí el equilibrio y aterricé sobre el suelo con un golpe doloroso. Él me dió una patada en el estómago y me mantuvo ahí con el zapato en mi columna.

— Sube al maldito auto, Lilith.

Me retorcí debajo de él para hacerlo caer, pero él empujaba su pie contra mi con más fuerza.

— No.

Y esa respuesta bastó para que tomara mi cabello y golpeó mi rostro contra el suelo, mi nariz crujió y la sangre se hizo presente en mi boca, veía destellos y hice el mayor esfuerzo para mantenerme consciente.

Placer vengativo recorrió mi cuerpo y un recuerdo salió a la superficie con claridad.

Yo de pequeña.

INFIERNO PERFECTO © ✓ Where stories live. Discover now