Los misterios del caso Jones

Capítulo 13: Un momento de silencio

—¿Solo observarán o me dirán el veredicto?

—James, encontramos suficiente evidencia de lo que dices. Se considerará un caso en defensa personal. Eres libre.

—Todos estuvimos de acuerdo —agrega Miller—, que era la reacción lógica según las circunstancias.

—Es bueno saberlo. Así podré salir de aquí y hallar a Jones antes de que mate a alguien más.

—¿Aún quieres ir por él? —responde Miller.

—Tras saber lo que sé, tengo más ganas que nunca de encontrarlo.

—No nos adelantemos detectives —dice Liz—. Ya que no hay jefe, nada me impide entra al caso. Estuve pensando toda la noche en lo que me dijiste del capitán. Taylor también fe muy amable en decirme qué has descubierto. Algo no encaja

—¿Qué?

—Cuando fue asesinado el director, tanto el forense, como el capitán estaban aquí. Yo los cuidaba. Lo que implica...

—Lo que implica otro cómplice más. —continúo.

—Sin duda es extraño. Por lo mientras iré fuera para asegurarme que los inspectores no se aburran mucho. Dejaste todo un espectáculo arriba, Fisher. Vuelvo en un rato. Resuelvan el enigma.

—Bien Miller. Por cierto, ¿Sabes algo de Scott y John?

—Scott no lo logró.

Me quedo en silencio. Pienso en John. Perdió a su compañero y defensor de vida. No será fácil para el chico.

—Envía mis condolencias a su hermano, por favor.

—Claro jefe.

—Resolveremos esto por todos los muertos que el caso Jones dejó. Es una promesa. —digo mirando al anciano.

Miller sale de la celda y me quedo con Liz.

—¿Por dónde empezamos detective?

—Tengo una teoría. —responde Graham.

—¿Cuál?

—Cuando asesinaron al oficial Murray, el jefe envió a Ross para demonizar aún más a ese pobre diablo, pero no esperaba una respuesta tan agresiva por parte de Jones, así que mandó a Thomson a liquidarlo y a que la jefatura quedara como la heroína de la ciudad. Pero el detective empezó a descubrir más de la cuenta. De cualquier forma, también murió. La opción ideal y hasta obvia era yo, porque solo leyendo ese periódico hubiera descubierto todo.

—Lo que digas Liz.

—En serio.

—Es más complicado reunir las piezas del rompecabezas, que armarlo en sí.

—Solo escucha. Como el jefe me conoce, sabía que entraría mucho en el caso y destaparía su conspiración, por eso te puso a ti en el cargo. Pensando que harías un pésimo trabajo. Pero para la sorpresa de todos fuiste un buen detective. Empezaste a investigar el pasado, y sobreviviste al ataque de Jones. Querías renunciar y el jefe estaba dispuesto a ello, pero no contó conque te convenciera de quedarte. Entonces tuvo que llamar a sus aliados para borrar su evidencia. La muerte de la escritora, o la explosión de la imprenta. Este aumento de actividad delictiva solo los llevó a cometer error tras error lo eventualmente causó su fin. ¿Qué opinas?

—Que demeritas muchas partes, pero aún tengo una duda. ¿Por qué Jones me atacó o a ti, si en verdad el jefe estaba detrás de todo?

—Tal vez no estaba detrás de todo, solo de una parte.