Capítulo 9: Decepciones

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Paul se encontraba en su casa descansando. Minetras en la estación de policía había mucho movimiento. Un Lamborghini Veneno negro se estaciona en frente de la estación de policía, era aquel Lamborghini que hace meses había chocado a Paul, alguien se baja, nadie esperaba ver ahí a esa persona, Cross. Este entra a la estación de policía, para ver a Mia y Heather hablando.

—No, me niego a seguir trabajando aquí, ya no voy a traicionar a los mios —decía Mia dejando el equipo de trabajo que le dio la policía encima de la mesa —.

—¿Sabes que ahora mismo puedo arrestarte? —le respondió Heather apoyando sus manos en la mesa —.

—Si y no me importa, mejor que estar traicionando a los que confian en mi y me ayudan más que ustedes.

—Sabes que, te voy a dejar ir, pero si te agarro, no vas a salir munca de detrás de las rejas, te lo aseguro muchacha.

Cuando todo parecía acabado llega Cross, uniéndose a la disputa.

—Vaya vaya, miren quien está aquí, la zorra fugitiva que ayuda al mierdillas de Paul Walker.

—¿Qué? ¿Qué coño haces tu aquí? Si mal no recuerdo te hecharon de aquí hace mucho después de que Paul te dejó en ridículo —dijo Mia molesta con una mirada furiosa —.

—A ti que carajos te importa, vengo a hablar con la la nueva gefa, no con la zorra, y más te vale que te mantengas a raya, esta vez no habrá contemplaciones con ninguno de ustedes.

—Eres un reverendo hijo de puta —Mia se retira de la escena —.

—Bueno, ya se fue podemos hablar más tranquilos.

—¿Sobre qué rayos tendría yo que hablar contigo? Ya tuve bastante drama por hoy —dijo Heather sentándose en su silla —.

—Es sobre Paul, quiero y puedo ayudarte a capturarlo.

—¿Que te hace creer que aportas algo? Si antes no pudiste capturarlo ahora tampoco.

—Pude capturarlo si hubiese querido, ¿recuerdas el accidente del M3?, fui yo, quería que la policía llegase y por fin cayera aquí, pero fueron muy lentos en llegar, como siempre, cuando quise agarrarlo por mi cuenta llegó la perra de Mía y lo echó  todo a perder.

—¿Y qué? Aún sigue suelto. Eres incapaz de hacer nada, no necesito de tu ayuda.

—Yo puedo ayudarte con más que solo Paul, con los demás corredores por ejemplo, pero yo quiero capturar a Paul, solo necesito una autorización y algo de ayuda de tú equipo para hacerlo.

—Ni hablar, sólo estarás aquí si te dedicas únicamente a los demás corredores, ya te dije que Paul es mucho para ti al parecer, hay muchos corredores con gran reputación para alimentar tu ego, ese tal Razor por ejemplo.

—Mierda, está bien, acepto esa tarea entonces.

—Todos deben ponerse las pilas antes de que todo se salga completamente de control. No puedo sobreexplotar el equipo, o me acabaré como tú, un fracasado.

—Aceptaste la ayuda de un fracasado, es más que notorio que esto es más grande de lo que puedes manejar tú sola, me necesitas.

—Solo acepto tu ayuda porque somos pocos en comparación a ellos, necesitaríamos cinco patrullas por cada corredor y apenas llegamos a tres por cada. 

Mientras tanto en casa de Paul se estaciona un auto  verde y azul, el cual comenzaba a tocar el claxon.  Paul intrigado sale a ver quien es, vaya sorpresa no se lo creía, era Neville, conduciendo el extravagante McLaren P1.

—Hey chaval, ¿ya no te acuerdas de tú compañero de equipo? —decia Neville bajando de su auto —.

—Imposible olvidarme de ti, ven pasa, hay mucho que contar y ponerse al tanto —Paul estaba en la puerta recibiendo a Neville con un abrazo —.

NEED FOR SPEED: The Most WantedWhere stories live. Discover now