Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)

Capítulo 19: Cosas Nuevas y Mariposas - Parte 1

Lo primero que noto de mi nueva escuela es que Justin produce el mismo impacto en las chicas que solía producir en Hamilton.

Exacto, ¿ven cómo todas se giran al verlo pasar y sus bocas se abren levemente? ¿Cómo muerden sus labios inferiores y le lanzan miradas sugestivas?

¿Y mi parte de favorita de todo? Su desagrado cuando ven que Justin no les da ni una sola de pizca de atención y que tiene su mano entrelazada con la mía.

No puedo decir que no me alivia el hecho de que Justin no pueda estar con ellas bajo ninguna circunstancia, y no es que no confíe en él, pero no puedo evitar sentirme insegura con respecto a él todo el tiempo. Estoy intentando trabajar en ello, y es una buena cosa que confíe en su autocontrol, que es como una maldición la mayor parte de las veces. ¿Recuerdan esas habitaciones con camas solitarias que mencioné? Bueno, no hubo una forma de arreglarlo, Justin tampoco quiso, dijo que sería mejor si dormíamos en camas separadas.

Puede que haya hecho un pequeño berrinche, pero no gané nada haciéndolo.

—Estás nerviosa —murmuró él mientras avanzábamos por el pasillo repleto de estudiantes.

Lakeville era pequeño, casi tan pequeño como Hamilton, lo que significaba que todos conocían a todos y por lo tanto todo el mundo sabía que no éramos de por acá, y estaban mirando… o mirando a Justin, era difícil decidir.

—No lo estoy —murmuré por lo bajo.

Justin rio.

—Estás mintiendo.

—Pensé que ya habíamos superado eso —rodé los ojos.

—No hemos superado eso. Lo superaremos en el momento en que empieces a ser honesta conmigo.

—Obviamente estoy nerviosa —admití entre dientes—. No todos tenemos tu gran atractivo y atrayente personalidad —rodé los ojos otra vez, y eso lo hizo reír aún más.

—Tienes razón.

—Increíble —suspiré.

—La buena noticia es que eres novia de alguien con gran atractivo y una atrayente personalidad, lo que significa que encajarás perfectamente.

—¿Eso qué tiene que ver? Probablemente solo voy a conseguir una que otra perra tratando de apuñalarme por la espalda para robarte.

—No te preocupes por mí siendo robado, sé cuidarme solito.

—Evidentemente.

—Lo digo en serio. No he visto a una chica más guapa que tú desde… prueba nunca.

—Sí claro.

—Es verdad, así que mientras no salga una chica más atractiva que tú no deberías preocuparte —me guiñó un ojo.

No le señalé que en realidad había un gran número de chicas mejores que yo, porque por muy tonto que sonara Justin realmente vivía en su nube de “________ es perfecta”. Ayer había visto a una rubia de metro ochenta con pechos tan grandes como su cabeza pasar por al lado de nosotros. Diría que hasta yo me enamoré de ella, ¿Justin? Justin ni siquiera la miró cuando ella pasó rozando su brazo a propósito, sino que se giró hacia mí y me dio un largo y profundo beso que tenía intenciones claras de decir “ya estoy tomado por alguien más”.

Eso fue dulce.

Solo esperaba que no se le ocurriera bajar de esa nube nunca jamás.

—Muy bien, este es tu salón de matemáticas, es tu primera clase del día —murmuró Justin cuando alcanzamos una puerta al final de algún pasillo. Habíamos dado tantas vueltas que ya no podía recordar cuál—, lo que significa que será mejor que te concentres en aprender.