Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)

Capítulo 27: El comienzo del final - Parte 4

—Luke, ¿_______ está bien? —la voz de Justin sonó frenética cuando contestó el celular, y me entraron otras horribles ganas de llorar. Luke apretó con fuerza mi mano, intentando consolarme, pero escuchar la voz de Justin había traído de vuelta todo el dolor de las últimas horas.

—_______ está bien —se apresuró en decir—. Creemos que hay una forma de que dejen de buscarla.

—¿De qué hablas? ¿Cuál?

—Fingir su muerte.

Hubo un silencio dolorosamente largo del lado de la línea de Justin, en donde lo único que pude oír fue una maldición acalorada por lo bajo. Al parecer, no le emocionaba la idea tanto como a mí, pero sabía que tendría reparos antes de que siquiera contestara.

—Eso significaría traerla de vuelta. Sería imposible preparar todo y...

—Podemos arreglar eso —Luke lo interrumpe y me mira de reojo—. Con _______ pensamos que no tenemos por qué volver. Puedo explicarte todo y verás que es una buena idea.

—Déjame hablar con ella —dijo Justin, su voz casi sonando como si me necesitara como a nada en el mundo. Luke me entregó el celular desechable y con dedos temblorosos le quité el altavoz y lo puse en mi oreja.

—Justin —fue todo lo que pudo salir de mi boca. Estaba tan sobrecargada de emociones que apenas podía respirar.

—Hola, cariño —su voz sonó cálida, pero al mismo tiempo podía escuchar el dolor en ella que reflejaba el mío a la perfeccióm—. Te he extrañado un montón.

—Yo también, Justin —dije y finalmente me rompí. Comencé a sollozar mientras seguía hablando—. Quiero estar contigo más que nada en el mundo, y no quiero salir corriendo.

—Sabes lo arriesgado que es, _______ —me advirtió.

—Ya no sabemos qué depara el futuro —mencioné, sintiéndome extrañamente madura debido a la situación—. He estado corriendo el último año de mi adolescencia. Cumplí 18 y sigo corriendo. He abandonado más amigos de los que puedo contar, y he llorado tantas lágrimas que sigo pensando que no me quedará ninguna a pesar de que siempre parezco tener más. La gente sigue traicionándome, ¡pensé que tú me habías traicionado! Luke de pronto está vivo y estamos contra reloj solo para que quizá, solo quizá, pueda ser libre en un tiempo indefinido, si es que no me encuentran y me matan primero.

—Podemos pensarlo un poco más, podemos planearlo con tiempo —asegura—. No tiene que ser ahora.

—Justin... es exactamente cuando tiene que ser. Ahora —me mantengo firme—. Quiero que sea ahora. Por favor. Te amo, y quiero que esto acabe, y tener la vida que me queda contigo viviendo en una linda casita en los suburbios de Suiza, no corriendo por todo el país esperando a que los malos no me atrapen. Por favor.

Hubo otro enorme silencio en la línea y Justin soltó un suspiro, uno que estaba segura sonaba como a rendición. No tuvo que decirme nada para que supiera cuál era su decisión final.

Lo sabía.

Le entregué el celular a Luke, asintiendo levemente con mi cabeza, y él me dio una sonrisa reconfortante.

Y por primera vez en mucho tiempo, sentí esperanza real.

—Prepara a todos —escuché que dijo Justin a su hermano—. Vamos a hacer esta mierda de una vez por todas.