36. Con el corazón en las manos.

5K 264 19
                                    


Se ha encontrado con ella

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Se ha encontrado con ella.

Si soy sincera, obviamente no me gusta saber que ella está cerca, no porque sienta celos o algo parecido, sino porque fue alguien que lastimó a Joshua. Él no merecía algo así y menos por una persona que amaba. Engañar a alguien que te ama es una de las cosas más bajas que puede se puede hacer.

Lo miro a los ojos y puedo ver un destello de tristeza en ellos.

— ¿Estás bien? — pregunto, colocando mi mano sobre su hombro suavemente. Él mueve su cabeza de forma que su mejilla toca mi mano.

— Si lo estoy. — me da una sonrisa de labios cerrados.

Se que algo está pasando por su cabeza pero prefiero no presionarlo. Se que verla le recuerda una parte de su vida que no le gusta recordar, que lo hirió, lo lastimó, le generó inseguridades, donde perdió dos personas que quería demasiado. Se que no está bien pero también se que él tiene todo mi apoyo.

— Y... — cuestiono si preguntarle o no sería adecuado pero decido hacerlo. — ¿Qué te dijo?

Él me mira con esos ojitos tiernos y no puedo evitar sentir cosquillas en mi estómago. Siempre he amado y siempre amaré esos ojos y su hermoso brillo.

— Tonterías. — se encogió de hombros. — Nada importante.

Muevo mi cabeza en asentamiento y me sorprendo cuando Nat entra con sus ojos cristalizados y rojos. Joshua al lado mío se pone alerta al ver el rostro de mi mejor amiga.

— ¿Pasó algo? — corro hacía su lado, preocupada al verla así.

Nat está respirando pesadamente, sus ojos dirigidos a algún punto en el suelo, su rostro pálido y su cuerpo temblando un poco. No se como reaccionar así que lo primero que hago es sostenerla en mis brazos y abrazarla.

— Tranquila. — susurro masajeando su cabello con la yema de mis dedos.

El celular que llevaba en sus manos cae al suelo. Miro a Joshua indicándole que me ayude a llevarla hasta la cama para que se siente. Él la sujeta de forma tan delicada por su cintura.

Veo a mi amiga pero es como si no estuviera aquí.

— M-mi ma... — la escucho decir entre dientes.

Mis cejas se juntan en confusión.

— ¿Qué pasa con ella? — el tono de mi voz bajo y suave, tratando de no asustarla.

— Mi hermana me llamó. — Pero es lo único que dice.

Joshua me mira como no sabiendo que hacer.

Hay momentos en los que realmente queremos ayudar a las personas pero nos sentimos limitados. Este era uno de esos momentos, de verdad quería con todo saber que pasaba por su cabeza, para así poder ayudar a que se sienta mejor, pero no podía hacer mucho más que esperar hasta que ella pudiera decirme con palabras. Por ahora lo único que puedo hacer es ser su amiga, tomar su mano, abrazarla y hacerla sentir que no está sola, que cuenta conmigo y que siempre estaré para ella.

Tal vez no entienda que está pasando, pero no necesito saber para darle todo mi apoyo, y mi cariño, ese que nunca le va a faltar.

Si algo he aprendido de la vida es que las personas que valen la pena son aquellas que a pesar de las circunstancias no sueltan tu mano. Y me refiero a cuando una de las dos tiene situaciones que no sabe como afrontar. Porque hay veces, como cuando un vínculo te hace sufrir tanto, que por más que quieras quedarte, lo mejor que puedes hacer es soltar.

Esperaba no tener que soltar a ninguna de las personas que más amo.

— Mi madre tuvo un accidente. — pronuncio mi pelirroja amiga sin dejar de mirar al suelo.

Mis ojos se abrieron, no esperando para nada lo que había salido de su boca.

Dios.

No se que decir, lo único que hago es abrazarla con más fuerza como si nuestras vidas dependieran de eso.

Siento otros brazos sobre nosotras, Joshua nos estaba dando un abrazo.

Nat empieza a llorar en mi hombro, sus quejidos haciendo eco en mí. No puedo imaginar como se estará sintiendo, es tan injusto que esté sufriendo tanto.

— Si le pasa algo yo...

— Shh. — la corto antes de que pueda decir algo más. — Tu madre estará bien.

Y espero que sea así.

Realmente.

— ¿En qué hospital se encuentran? — habla Joshua por primera vez después de un tiempo.

— No quiero ir. — Nat se aferra a mi brazo fuertemente. Ni siquiera me importa si lastima un poco, haría cualquier cosa porque aliviar cualquier dolor que tenga. — Tengo mucho miedo.

— Te acompañaremos.

Y así es, menos ahora la dejo sola.

— Todo es su culpa. — el enojo en su voz se percibe tanto que asusta. — Estaba discutiendo por mi padre y justo iba a subirse al carro para ir al trabajo.

— Nat, cariño. — trato de hacer que levante el rostro pero ella se aferra más a mí, escondiendolo en mi pecho.

No quiero que sienta enojo con su padre. Los accidentes pasan, nadie sabe cómo, ni cuándo, sólo suceden. No quiero que sienta algún tipo de resentimiento cuando nadie tuvo la culpa.

— No quiero ir allá.

— Tranquila. — peino su cabello con mis dedos.

Joshua había ido a la cocina a buscar un vaso de agua para ella.

— Pero si sucede algo y no estoy no me lo voy a perdonar. ¿Qué debería hacer?

Se que tiene miedo de ir y encontrar alguna mala noticia, se que quiere protegerse estando acá y que tiene tanto miedo que la mujer que la tuvo, la vio crecer, no esté. Y así mismo se cuánto se odiaria si no estuviera con ella en estos momentos, sin importar lo que pase.

Nat ama a su madre como nadie.

— ¿Qué dice tu corazón?

Ella se aparta de mí lentamente.

Sus ojos rojos y cristalizados, sus labios hinchados, sus mejillas rosadas por haber llorado. Verla así me lástima tanto.

Realmente quiero que todo esté bien.

Lo espero tanto.

— Quiero ir.

Pido un taxi inmediatamente, sin esperar más tiempo. Joshua llega con el agua y Nat la toma, controlando un poco su respiración y su llanto cesa.

Los tres nos dirigimos hacía el hospital.

Con el corazón en las manos.

Con el corazón en las manos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Desde esa noche. [ COMPLETA ]Where stories live. Discover now