30. En tu cuerpo.

8.4K 407 107
                                    


Una propuesta para nada indecente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Una propuesta para nada indecente.

Sin pensarlo, tomo sus manos y lo guio hasta el interior de mi habitación. 

Todos los demás habían bajado, nadie había prestado mucha atención a sí nosotros íbamos detrás o no, así que no tenía ningún problema en darme un tiempo con él, si saben a lo que me refiero. 

La luz del sol entra por la gran ventana a unos pasos de la cama, desde aquí se puede ver a lo lejos el área de la piscina pero dudo mucho que alcancen a vernos. 

Me siento al borde de la cama señalando con mi dedo que se acercara a mí. No se de donde ha salido este lado mío, pero no me quejo. 

Él se muerde el labio, obediente. Su mirada pícara haciendo estragos en mi cuerpo. 

Paso mis manos por todo su abdomen hasta su pecho, sintiendo su piel bajo mis dedos, acariciando cada rincón de ella. Él es simplemente más de lo que pude haber imaginado, y el tenerlo así, junto a mí, me hace querer tenerlo para siempre. Estoy embriagada en él, adicta a cada parte. Beso esa parte entre su cadera y su bermuda, tentando un poco mi suerte. El deseo con el que me mira me enloquece, nunca me había sentido de esta manera antes de él. 

Retrocedo un poco y de manera lenta desabrocho mi sujetador, con sus ojos sin dejar de recorrer cada movimiento que hago. Mis pechos quedan expuestos ante su mirada hambrienta, luce como un cazador dispuesto a lo que sea para atrapar a su presa. Tomo sus hombros y lo empujo hacía a mí, él encorvándose un poco mientras recuesta mi cuerpo en la cama. Echo mi cabeza hacía atrás dejando mi cuello expuesto ante sus labios, y él no pierde un segundo cuando ya lo está besando, gimo ante el contacto. Él sabe lo que hace, no tengo duda. Sus manos inquietas masajean mis pechos.

Siento un cosquilleo recorrer cada parte de mi cuerpo.

Él es así, es increíble todo lo que me hace sentir.

No puedo evitar necesitarlo más y más con cada ligero toque, con cada roce. 

Se siente jodidamente bien todo él.

Su besos suben hasta mis labios, y los atrapa de forma feroz, como si no quisiera soltarlos nunca. Se aferra a ellos de una manera que me hace suspirar. Su sabor es tan embriagante y delicioso, todo de él lo es. 

¿Qué carajos me hiciste Joshua?

Se separa no sin antes chupar mi labio inferior, tan sexy como sólo él puede hacerlo.

— Me tienes como un loco. — murmura en mis labios. 

Empujo sus hombros hacía abajo, de forma que su rostro queda frente a mis pechos. Él besa el valle entre estos, jugando con mi poca cordura. 

— Hazlo. — ordeno. Por su sonrisa torcida se que no hará lo que yo quiero tan fácil. Es tan odioso. — Joshua. — ruego, gimoteando. No me importa rogar si con eso voy a obtener lo que quiero, y él también. 

Desde esa noche. [ COMPLETA ]Where stories live. Discover now