19. Calor.

10.5K 593 138
                                    


Siento unas piernas encima de mí y las empujo bruscamente hacía abajo, asustada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Siento unas piernas encima de mí y las empujo bruscamente hacía abajo, asustada.

— Mmh... ¿Qué pasa? — murmura la persona entre sueños e inmediato reconozco su voz. Es Nat. ¿Qué hace mi amiga aquí? Por un momento quedo confusa pero empiezo a recordar que estábamos en la fiesta de Alejandro horas antes. Rayos... ¿Qué tanto pasó? 

Por un momento dudo si despertarla o no, necesito que me cuente que tan mal estuve esta vez. Ya conozco como funciono cuando tengo unos tragos de más encima, y siempre es así de malo y demasiado vergonzoso. Ya me ha pasado otras veces y cada recuerdo es humillante. Hubo una vez donde vomité a dos chicos encima, ambos me gritaron cosas que no recuerdo pues estaba tan borracha, pero mis amigos se encargaron de que no lo olvidara nunca. Es la clase de amistad que siempre hemos tenido. 

Me levanto sin hacer mucho ruido para no molestar a mi amiga. Me siento algo sedienta por lo que decido bajar a la cocina por un momento. Todo está oscuro, la única luz que hay es la que proviene de mi celular, que tomé segundos atrás, para poder alumbrar el camino. No quiero prender las luces y despertar a los demás. Cuando ya estoy al borde de las escaleras veo una pequeña luz encendida en la sala. Que extraño, por lo general nunca dejamos nada encendido en la casa cuando es de madrugada. 

Voy caminando a ver de donde proviene la luz y un sonido me espanta. 

Joder, me siento en una película de terror. ¿Debería ir a ver? 

No, tonta. Los que van a ver son los primeros en... ya sabes.

Ruedo los ojos. Debería dejar de ser tan miedosa.

Me acerco hasta la entrada de la sala y veo el reflejo de un celular, y una persona sosteniéndolo y otra recostada casi encima de la primera. Trato de analizar si reconozco quienes son, la persona sentada para estar concentrada en su teléfono y la otra dormida. Estoy confundida, ¿Acaso estoy imaginando cosas? ¿Debería salir corriendo? En mi intento de que no me noten tropiezo con un objeto en el suelo, haciendo un poco de ruido. Noto como la persona despierta posa sus ojos sobre mi, y me sobresalto un poco. 

— ¿Rosie? — Esperen... ¿Joshua? ¿Qué rayos está pasando aquí?

Mi ex mejor amigo se levanta suavemente, tratando de no mover mucho a la ¿Chica? acurrucada a su cuerpo. Puedo reconocer inmediatamente de quien se trata y algo dentro de mí se remueve, un sabor amargo viniendo desde lo más profundo. Obviamente tenía que ser ella. No se que carajos están haciendo en mi casa ellos dos. 

— ¿Por qué estás en mi casa? — suelto algo fastidiada. 

Lo primero que me encuentro sea a ellos dos en la sala de mi casa, y ella apegada toda a él. Si eso no me agrada mucho. Los celos son algo tóxicos pero es justo lo que estoy sintiendo ahora mismo y no puedo evitarlo, verlos así hizo que se me revolviera hasta el estómago. Que molesto. 

Desde esa noche. [ COMPLETA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora