Pasados unos segundos, sin soltarla, rodeo la cama para no aplastarla y la beso en la frente.

Chris: - Me moría por hacerte esto.

Al escucharlo, le sonrió agotada pero desafiante.

Tn: - Cuando te repongas, quiero repetir.

Christopher soltó una carcajada y se pudo de nuevo sobre ella.

Chris: - Vaya... vaya... ¿te excitan las bodas?

Divertida, levanto la cabeza de la almohada, lo beso y, cuando separo su boca de la de él, susurro dispuesta a todo:

Tn: - Me excitas tú.

No hizo falta decir nada más; el morbo del momento, el saber que estaba profanando la casa de sus padres, los hizo volver a hacer el amor un par de veces más, hasta que, agotados, se quedaron profundamente dormidos.

Cuando se despertaron, desnudos y abrazados, la luz del día entraba por la ventana. Tn se horrorizo al oír ruido en el exterior de la habitación. Seguro que la madre de Christopher sabía que estaban juntos.

Tn: - Chris... Christopher... despierta.

El futbolista, al oírla, se despertó con brusquedad.

Chris: - ¿Qué pasa?

Tn: - No hemos dormido y creo que tu madre sabe que estoy aquí.

Él respondió con una sonrisa, y se acerco a ella para abrazarla de nuevo, para volver a la posición en la que habían dormido.

Chris: - Buenos días, preciosa.

Tn: - Pero... Chris... tu madre...

Divertido por ver la inquietud en la cara de ella, le dio un beso en la punta de la nariz para que se callara.

Chris: - Mi madre es mi madre, tú no te preocupes por nada.

Tn: - Pero tu madre dijo...

La beso con pasión para hacerla callar y cuando separo sus labios de los de ella, añadió:

Chris: -Mi madre puede decir misa, tu y yo somos mayorcitos y estamos aquí, juntos y en mi cama porque nos ha dado la gana; no te apures ni te agobies, ¿de acuerdo?

Aquella situación la hacía sentir fatal, súper incomoda. De repente, sonaron unos golpes en la puerta que precedieron a la voz de la madre del futbolista.

Jenny: - Chicos... vamos, ¡arriba! Son las 12:20

Christopher soltó una carcajada y Tn se tapó la cara con la sabana. Divertido al ver lo avergonzada que ella se sentía, la destapo de un tirón y, antes de que pudiera pronunciar una palabra, la acallo con un beso. Cuando abandono su boca, se dirigió a la mujer que esperaba al otro lado de la puerta.

Chris: - Enseguida salimos, mamá.

Roja como un tomate, se zafo de sus brazos y comenzó a juntar su ropa tirada por el suelo.

Tn: - Dios, ¿cómo no me he dado cuenta de la hora?

El futbolista se levantó desnudo y la tomo entre sus brazos.

Chris: - Dame un beso.

Tn: - Christopher, ¡suéltame! Tu madre... esta...

Chris: - Dame un beso –repitió.

Tn: - Pero ¡Christopherrrr...!

Chris: - Hasta que me des un beso y sonrías no te voy a soltar, y vamos a tardar más en salir. Así que ya sabes.

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