El joven sonrió, la tomo de la mano y la guio hasta la planta de arriba; allí entraron en un bonito dormitorio decorado en colores ocres y abrió una puerta que daba paso a un enorme baño con unas impresionantes vistas.

Chris: - Aquí lo tienes, ¿qué te parece?

Tn: - No veo el momento de meterme –contesto alucinada.

Chris: - Dirás "meternos" –corrigió con rapidez; Tn sonrió divertida por aquella reacción, y él, con un gesto pícaro, cuchicheo: - Eso lo soluciono yo en un momento.

Christopher abrió los grifos, echo unas sales, y a continuación la tomo de la mano y dijo mientras la sacaba del baño:

Chris: - ¿Qué te parece la habitación?

Boquiabierta, pensó que aquello era exactamente lo que ella siempre había soñado, y se acercó hasta la cama con dosel para tocarla.

Tn: - Muy elegante, pero imagino que eso ya te lo habrán dicho las otras, ¿verdad?

Chris: - ¿Las otras? ¿Qué otras? –pregunto sin entender a qué ser refería.

Tn: - Todas tus conquistas a las que has traído a este nidito de amor; porque no me lo niegues, esto es un nidito de amor en toda regla.

Christopher se echó a reír y se encogió de hombros.

Chris: - Pues lo creas o no, aquí solo han venido mi familia y mi amigo Jandro. No me gusta traer a las conquistas, como dices tú, a este bonito lugar.

Tn: - ¿Y yo que soy? –pregunto divertida.

Christopher la miro con una esplendorosa sonrisa, dio una vuelta alrededor de ella y al final le susurró al oído:

Chris: - Tú eres mi fisioterapeuta. Vamos, entre tú y yo, mi tocapelotas privada.

Tn: - Vaya... -rio. – Me alegra saberlo.

Sin más, lo beso, y él, como era de esperar, acepto. Durante varios minutos se prodigaron mil atenciones, mil caricias, mil besos llenos de calor.

Chris: - Creo que un maravilloso jacuzzi nos espera.

Tn: - Tienes razón.

En el baño, terminaron de desnudarse y, sin demora, se introdujeron en el grandioso jacuzzi. Estaban medio acostados uno frente a otro, y Tn cerró los ojos y disfruto del maravilloso momento: el calor, la tranquilidad, la compañía... todo era perfecto.

Christopher, frente a ella, se limitó a observarla. Cada día que pasaba le encontraba algo que volvía a sorprenderlo. Mirarla mientras ella disfrutaba de algo tan simple como un baño de espuma, se convirtió de pronto, en algo tremendamente sensual.

Con mimo, tomo una de sus piernas y la coloco sobre su pecho. Ella se sobresaltó, y abrió los ojos.

Chris: - Relájate, solo quiero darte un masaje en el pie al tiempo que te miro.

Tn: - ¡Ni lo sueñes! –respondió riéndose con rapidez.

Aquel "¡ni lo sueñes!", acompañado por una sonrisa torcida, le hizo presuponer por qué, y murmuro:

Chris: - Mmm... así que tienes cosquillas.

Tn: - Muchas.

Chris: - Si prometo no tocarte la planta del pie, ¿puedo darte un masaje en la pierna?

Apoyada en el jacuzzi, levanto la pierna con suavidad y la apoyo en su pecho. Cuando el poso las manos sobre los gemelos, le pidió:

Chris: - Cuéntame algo de ti, siento que apenas te conozco.

¡Ni lo sueñes! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora