｡˚Yeonjun es un chico que usa crop tops, mini faldas y demás accesorios como "uniforme" en su trabajo de: Stripper, en un club nocturno en el que una de esas tediosas noches un pelinegro llamó su atención, él no lo veía con deseo, lo observaba quer...
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—¡Jungwonnie-ah!
Tocó su puerta ya por quinta vez y seguía sin recibir alguna respuesta.
—¿Estas segura que sí está?
—Soobin... es mi hermano, vivo con él—sonrió viendo como el alto se recostaba en la pared del pasillo—además no ha salido, entró corriendo como a las cuatro y se encerró.
Lo pensó un rato.
—¿Estás segura que está bien?
—¿Por qué dudas que está mal?
—Pueees...—acomodó las mangas de su cardigan azul bajo la atenta mirada de la mayor, mentiría si dijera que aquella prenda no le lucía—La mayoría de adolescentes ya sabes, no se desenvuelven bien sobre sus problemas con sus hermanas.
Arin lo pensó, tenía razón no sabía mucho sobre la vida de Jungwon.
—Wow... tienes razón—se recostó en la puerta quedando al lado del pelinegro—Bueno en ese caso, me alegra que sorpresivamente se lleve bien contigo y así le puedas ayudar, psicólogo Choi—sonrió viendo con un leve sonrojo a causa de la vergüenza causado por como la observara estando muy concentrado.
Rió.
—Me falta un tantito mucho para poder llamarme así.
—Igual sabes bastante Soobin-ah—Arin movió un poco su cabeza inclinándola más en él, ambos se quedaron viendo por un momento que se cortó por cómo la puerta de manera repentina se abrió de un solo tirón haciendo que la castaña trastrabillara, gracias a la rápida reacción de Soobin en ese momento la tomó de la cintura y le ayudó a mantenerse de pie.
Soltando tan solo un gritito vio el rostro confundido de Soobin al ver al chico que abrió la puerta de su hermano.
—¿Jay?—preguntó viendo al rubio aún siendo sostenida por el fuerte agarre de su compañero—¿Qué haces aquí?
El nombrado sonrió con clara pena en el rostro y un leve sonrojo.
—A-ah... estaba con Jungwonnie, ya sabes noona—soltó muy nervioso.
—¿Arin? ¿Se puede saber que haces en los brazos de Soobin?—asomó su cabecita en donde el brazo del rubio se encontraba apoyado en el marco de la puerta.
Ambos dándose cuenta al instante, Soobin la regresó a su postura normal y disculpándose con ella de manera tímida el pelinegro menor observó lo roja que estaba su hermana y como tapaba su boca riendo aceptando y disculpándose con él de la misma manera tan tímida.
—Hola Jungwonnie—saludó con una sonrisita Soobin.
—¡Hola hyung!—respondió feliz.
El rubio frunció el ceño—¿Lo conoces?—susurró Jay.
