｡˚Yeonjun es un chico que usa crop tops, mini faldas y demás accesorios como "uniforme" en su trabajo de: Stripper, en un club nocturno en el que una de esas tediosas noches un pelinegro llamó su atención, él no lo veía con deseo, lo observaba quer...
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Soobin antes que pudiera pasar al tercer nivel se encontró con unos musculosos y gigantes guardias tapando con un cinturón de terciopelo la entrada.
Él rápidamente sacó la tarjeta rosa mostrando la información, quizás así era.
—Dele vuelta—susurró una mujer detrás de él y así lo hizo, los hombres le dieron permiso al ver la fresa detrás de la tarjeta.
Al lograr pasar volteó a darle las gracias a la mujer no tan mayor... pero se miraba muy adulta, tenía una carta de color verde claro en sus manos con el sticker de uvas verdes en ella.
"Quizás un smoothie de uva, suena rico"
Muy inocente.
—¡Diviértete!—Le dijo la mujer con un gran abrigo de piel sobre sus hombre y sin más, se fue.
Seguía sin entender porqué decían eso.
Soobin dirigió su mirada hacia un costado, algo confundido vio a una chica con un smoking demasiado corto, exponiendo un poco su escote, se mantenía en un kiosco que decía "Bank of lovely cherry" en letras grandes y en cursiva.
—Oh, ahí se debe cancelar—dijo para sí mismo, con un poco de inseguridad se acercó—Disculpe, ¿Aquí debo pagar por mi bebida?
La chica con orejas de gatito y un moño de color negro en su cuello, lo vio confundida.
—Aaahh... si así le quiere llamar, claro. Pero se debe pagar luego de haber ido a su habitación, joven.
—... ¿Me podría explicar eso? Es la primera vez que pido algo como esto—preguntó estando un tanto apenado.
A la chica se le hizo encantador aquello y sonriendo asintió.
—Vea, en la tarjeta dice el número de habitación en el que debe ingresar, después de...—hizo una pausa—Todo lo que haya pasado dentro —dijo y tosió un poco algo incómoda—No puede irse sin haber pasado conmigo a pagar, se paga depositando en el número de cuenta del dueño Kim ¡Y listo!
Soobin asintió por fin entendiendo, dándole las gracias se fue en busca del número 13, no sabía porqué la tarjeta tenía un mensaje hasta abajo pero sin darle importancia llegó a la habitación.
Notó que afuera, en la pared a un costado estaba una cosa digital parecida a una ¿contraseña?, tenía números como si se tuviera que ingresar un código.
Revisó el papel y sin encontrar ninguna contraseña se acercó y empujó la puerta sólo para verificar si estaba abierta, así fue.
Sin comprender entró a ese lugar pensando ¿Por qué rayos había una cama y todo era como un table dance sin un tubo?
Corrijo, era demasiado inocente.
Al cerrar la puerta no se escuchaba la bulla de afuera, caminó hasta el ventanal escuchando sus pasos sobre el piso alfombrado y vio desde ahí todo.
