Dénnari

Verdades

—Ya —. Esteban se frotó la cara en círculos, diez minutos después—. No eres lo que yo pienso;  humano, extraterrestre, seguro no eres gay y tampoco acuario. ¿Y qué más?

Iván jamás pensó que sería tan complicado.

Había fantaseado con la idea de contarle la verdad a Ana. Ella se encontraría sentada en su sala, con alguno de esos pijamas tiernos que usaba. Lo miraba, atenta. E Iván se expresaba con una elocuencia mágica. Ella lo  aceptaba todo, hacían el amor con Gabriel y eran felices.

"Sí, como no" .

—Hay seres en esta tierra que tú, bueno, que los humanos no pueden ver...

—¿Cómo los fantasmas? —preguntó Esteban burlón—. ¿Me estás diciendo que eres un fantasma?

—No, como los Dénnari.

—¿Qué chingados es eso?

—Los Dénnaris somos, son, bueno, lo que sea, es otra raza. Superior en muchos sentidos, es decir, no tienen... pues, cuerpo. Se alimentan de las emociones humanas.

—¡Órale! Está bueno eso. Rola un poco de tu marihuana para volar igual.

—¡Es en serio!

Iván se levantó fastidiado y caminó por la oficina. Esteban no le estaba prestando atención y tenía que lograr que le creyera para que le ayudara a rescatar a Gabriel. Su vínculo estaba como siempre y muy estable, pero oculto, como si alguien lo bloqueara. Solo, no iba a poder hallarlo. Un aliado en la policía era su mejor opción.

—Antes fuimos eso, Dénnaris. Ahora somos Edénnaris.

Esteban dejó de burlarse al momento, se irguió en su silla, atento.

—Espera. Esa es la palabra que usó Gabriel. "Edd-no-se-que". Se subió al jeep del tipo y le preguntó que a dónde lo llevaba y lo llamó así.

Iván lo confirmó con un asentimiento.

—Y el otro tipo le contestó con otra palabra, "lu" "lo" algo...

—¿Luon?

—Sí, eso. ¿Qué significa?

—Luon es un Dénnari que posee habilidades extraordinarias. Digamos que no las aprenden, sino que "vienen de fábrica". Son temerarios, incontrolables. A muchos también les ocurrió lo  que a Gabriel. Como al que se lo llevó.

—¿Sabes quién es? ¿Entonces para que nos haces perder el tiempo? ¿Por qué no me dices el nombre y envío un GERI en este momento!

—¿Qué es eso?

—Un grupo de reacción inmediata. ¿Quién es el secuestrador?

—No sé quién es ahora. Sabía quién era antes, pero no es como si tuviera su dirección o supiera qué nombre usa ahora. Si lo llamó Luon, no me queda más que suponer que es el mismo.

—Me estás tomando el pelo, ¿verdad? —preguntó Esteban, comenzando a alarmarse otra vez, al igual que en la cocina. El recuerdo de la presumida actuación de Iván, anticipando todos sus movimientos, le erizó la piel—. Eres uno de esos frikis que van a convenciones de las series de los setentas del espacio. Del tipo de las orejas picudas. Y te crees las teorías de conspiración y de la tierra plana y todas esas cosas.

—No, te estoy hablando con la verdad. Eramos entidades etéreas y ahora, biológicas. Conservamos características pero, si muero y realizan una autopsia, en mi cadáver no encontraran nada extraño. Cuando digo que no soy humano, es porque no funciono como tal, no tengo madre ni padre.