𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖈𝖎𝖓𝖈𝖔

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Park Jimin debía ser ante los ojos de su padre, un fuerte y valeroso guerrero. No un simple e inútil bailarín que no puede servir de nada en su reino.

Soltó un suspiro pesado y tomó el yelmo entre sus manos para colocarlo en su cabeza y después salir de la tienda, haciendo sonar la pesada armadura. Su escudero le siguió por detrás, jalando por el arnés el caballo blanco del alfa.

Al estar la tela, miraban desde la entrada de los contrincantes, esperando su turno, observando como los otros alfas luchaban en las justas, que a diferencia de los torneos, estos se hacían con armas de verdad, llevándose algunas heridas o golpes severos.

Jimin fue testigo de cómo la punta de la lanza de hierro atravesó a otro chico justo por el cuello, donde la ligera maya de cobre no cubrió lo suficiente y ahora, moría desangrado, escupiendo la sangre por su boca con sus ojos bien abiertos, retorciéndose hasta que murió.

Los encargados rápidamente se hicieron cargo del cuerpo y lo quitaron del lugar. Jimin tuvo que huir de ahí, yéndose lejos para poder vomitar y descargar todo lo que había desayunado esa mañana a causa del asco que le provocó ver la sangre, la muerte de alguien.

— ¿Te encuentras bien? — preguntó acercándose a él.

— N-no — respondió mientras intentaba recuperar el aliento.

— Vi lo de hace rato — dijo con pesar.

El alfa se quitó el yelmo ahora sucio por su vomito y lo arrojó al suelo, para sentarse en un tronco tirado y sujetar su cabeza entre sus manos.
Por su parte, el omega se sentó a su lado y empezó a acariciar su espalda suave y despacio para poder darle algo de confort.

— Si no quieres hacerlo, está bien — trató de sonreírle — No tienes la obligación.

— Para mi padre si, Taehyung.

El omega lamió sus labios y luego agachó la mirada.

— Un niño no debería participar en justas — dijo el menor.

— Tae, tengo quince años, estoy más que grande para hacer eso. Cachorros desde los diez años participan en esta clase de torneos.

— Pero, a ti no te gusta — dijo más severo — Deberías estar bailando en un escenario. Bailando conmigo.

— Es lo que más me gustaría — respondió en un murmullo — Pero, no hoy.

— ¿Te estás escuchando? — preguntó exaltado, poniéndose de pie de un brinco — ¿Viste lo que le hicieron a ese pobre chico, lo mataron. ¡Lo mataron!

— No digas eso de nuevo, por favor — se levantó para tomar el yelmo que dejó en el suelo, pero Taehyung se adelantó y lo tomó primero — ¿Qué estás haciendo?

— Si participarás... — decía dudoso — No puedes estar ahí oliendo a vomito.

Dio pasitos pequeños y rapiditos hacia un pequeño lago que se encontraba a unos cuantos metros de distancia, agachándose en la orilla para con sus manos arrojar agua en el yelmo y limpiarlo. Jimin le miró con atención, sintiéndose constipado y nervioso; pronto sería su turno de pasar si su padre no lo lleva a rastras en contra de su voluntad para ponerle un fuerte contrincante a quien vencer.

Cuando el omega terminó, se puso de pie y caminó de regreso con el alfa quien le dio una pequeña sonrisa y Taehyung se la devolvió.

— Toma — le extendió el yelmo hacia él, y Jimin lo tomó, pero el omega no lo soltó.

— ¿Qué pasa? — preguntó extrañado — ¿Te sientes bien?

— Jimin-ah — habló con voz decidida — No dejaré que te toque un contrincante malo.

𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 ᵏᵒᵒᵏᵛOn viuen les histories. Descobreix ara