Capítulo 22+ - 3ª Parte

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La noche anterior me había olvidado de cerrar la persiana, pero no importaba, porque ni un huracán me hubiera despertado.

Un huracán no, pero un empalme de mi novio sí, porque ocupaba media cama. Él aún seguía durmiendo, eran las once de la mañana y la habitación estaba completamente iluminada.

Bostecé y me quedé mirando a Hades des de la otra punta de la cama. Sonreí y me mordí el labio mientras mi mano palpaba por debajo de la sábana a mi novio... O prometido ¿debía llamarle así a partir de ahora?

Algo caliente y duro acabó en mi mano, así que miré a Hades, tenía los ojos cerrados y la respiración tranquila. Metí mi mano por debajo de sus pantalones y saqué su erección. Él entreabrió los ojos, desvelandose.

- Buenos días futuro marido.

Su boca se ensanchó en una sonrisa, pero cuando se dio cuenta de que estaba tocándole, sus ojos se abrieron de golpe.

- Pero bueno, qué contento he empezado el día.

Me acerqué sonriendo y nos besamos.

- Y va a mejorar por momentos.

Me hundí debajo de las sábanas, a oscuras, Hades se acomodó en la cama mientras yo me ponía también cómoda. No veía apenas nada, pero pude distinguir qué debía meterme a la boca. Pasé la lengua y así lo hice, como él me había dicho que le gustaba.

- Joder... Sí, Sam.

Sus gemidos me llegaban como olas de placer chocando en mi cuerpo. Me dio más ánimos para subir y bajar, me ayudaba con la mano porque era demasiado grande para meterme todo en la boca. Lo había intentado y casi muero en el intento.

Seguí con mi trabajito, intentando coordinar mis movimientos mientras su mano acariciaba mi pelo y lo aguantaba. Tenía unas ganas de ponerme encima... Pero seguí mamando y él gozando. Cuando empecé a notar que se ponía dura como el cemento, aceleré mis movimientos, con la mandíbula echa polvo. Al fin soltó todo en mi boca y yo tragué todo con gusto.

El sonido de la puerta al abrirse me sobresaltó mientras me aseguraba de que no dejaba nada.

- Despertad ya que... ¡Oh, joder! ¡Ya están despiertos!

La voz de Levin quedó ahogada al cerrar de nuevo la puerta. Yo salí de debajo de las sábanas con mi entrepierna babeando.

- ¿Era Levin?

- Sí, deberías de haber visto su cara.

Hades empezó a reirse sin control y mis mejillas se tiñeron de rojo. Evidentemente que me daba vergüenza, por dios...

- Deja de pensar tanto y estírate. - me aconsejó Hades.

Le hice caso y se guardó su miembro en el pantalón. Me quitó el mío mientras besaba mi abdomen y yo sonreí satisfecha. Puso mis piernas en sus hombros y yo me estiré lo más cómoda posible.

- No grites. - me advirtió.

No me dio tiempo a responderle, porque su lengua masajeó mi entrepierna en ese sitio tan placentero. Hacía mucho que no tenía relaciones sexuales de verdad, a parte de con Hades, dios, mis piernas ya temblaban solo de pasar su lengua.

Le cogí del pelo y cerré los ojos, todas las sensaciones eran dignas del infierno, él era digno del infierno y su lengua aún más, me ardía el cuerpo con cada caricia que me hacía vibrar.

Agarró mi cintura, ahora mas rellenita, con ganas y siguió comiendo, dando vueltas y de arriba abajo. La espalda empezaba a sudar y sentía que iba a deshacer todo a mi alrededor del calor que desprendía.

20cm InolvidablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora