¿Alguna vez te haz topado con alguien que entienda todo tu sufrimiento?
Alguien que entiende tus penas y tus peores momentos , que los sana y los convierte en tu motor para seguir.
Ella definitivamente era eso para mí.
Ojalá hubiera sabido eso an...
Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.
Año 844
Las gotas de sudor de aquel hombre resbalaban por su mechones de cabello haciéndose camino hasta terminar sobre mi cara. Su aliento y el mío se entremezclaban en uno solo, el jadeaba por el esfuerzo que supuso derribarme mientras que con las dos manos sostenía mis brazos por lo alto de la cabeza, nuestras mejillas se encontraban encendidas por la alta temperatura en el ambiente y que junto con nuestro encuentro físico, provocaban que nuestros pulmones trabajaran con prisa para llenarse.
—Esto era demasiado sencillo—dijo mientras soltaba una sonrisa del lado, como odiaba que fuera tan fanfarrón, su descarada intención de provocarme me irritaba— cada vez pones menos resistencia.
—Estas bastante equivocado si crees que eso será suficiente para mí—me removí un poco para hacer una abertura que permitiera liberarme, ya le había dado demasiada ventaja. Al ver esto su sonrisa desapareció, claro que sabía que había perdido — Sabes que odio que me subestimen—ahora era yo la que sonreía. En un rápido movimiento le propine un certero golpe con la rodilla sobre la entrepierna provocando que el hombre se rodara hacia un lado, maldiciendo entre dientes.
— Eso no fue justo... Hay códigos para eso...— se lamentaba con unas pequeñas lagrimas en los ojos mientras yo me ponía de pie— Maldita sea sabía que no debía contenerme.
— Si bueno, cuando vengan esos malditos por mi me aseguraré de ser limpia con ellos ¿no te parece? — le extendí la mano para ayudarlo a levantarse, este la acepto dedicándome unos terribles ojos rencorosos, quizá me pase... — Para llamarte el soldado mas fuerte de la legión eres un llorón.
—Sabes que no me gusta que me llamen así— paro unos segundos para recuperar el aliento con las manos apoyadas en las rodillas.
— Entonces no debiste inventar ese apodo en primer lugar— replique en tono burlón haciéndome sombra con la mano y por la forma en la que me fulmino con la mirada, parecía que no había tenido suficiente.
—Te reto— ataco con voz firme— Quiero la revancha, no pienso perder ante una pulga como tú.
—Vaya, hoy amanecimos muy parlanchines ¿no Mike?— respondí mientras me sacudía la tierra del uniforme —Nada me haría mas feliz que verte morder el polvo por cuarta vez, pero por el momento necesitamos ir a la oficina del capitán para afinar los detalles de la operación y el reporte del entrenamiento.
— ¡Ja! lo sabia, te da miedo perder— su confianza me hizo gracia, le di una palmadita en el hombro y comencé a reunir todo el equipo de entrenamiento que consistía en algunas armas de madera—Dime _________, ¿en serio será tan difícil como para que estemos entrenando así? No practicaba tanto el combate cuerpo a cuerpo desde el entrenamiento de reclutas, siento que perdí un poco el toque — dijo mientras daba círculos en el aire con el brazo.
—La operación esta diseñada para no recurrir a una confrontación física, pero yo no estaría tan segura de que así sea el caso— le ofrecí una toalla para que se secara el sudor— Temo que no hayamos entrenado suficiente, pero Erwin quiere apresurar esto lo más que se pueda.
