FERNANDA
No lloraba aunque me quedaban lágrimas, está bien, si estoy llorando, como nunca antes, sentada en el suelo de mi habitación, de nuestra habitación, mi espalda apoyada en nuestra cama, en la parte de su cama, ha sido una semana dura, muy dura y ahora ha llegado el día, yo sabía que hoy era el día, yo sabía que tenía que llegar este día y ha llegado, yo tenía miedo, ha sido una semana dura y ella ya no está...
Claudia: Fer... -Ella está a mi lado, acaba de entrar en la habitación, lleva un gran vestido negro con unos grandes tacones... -Deberíamos irnos...
Fer: No voy a ir. -Digo secando mi cara con un pañuelo.
Claudia: Vamos Fer... Tienes que despedirte...
Fer: He dicho que no...
Claudia: Todos te están esperando en la sala.
Fer: No voy a ir Claudia. -La miro, la veo borrosa, no puedo dejar de llorar.
Claudia: Fer... -Ella da un paso hacia mí.
Fer: Vete, quiero estar sola, respétame por una vez.
-Ella suspira, da la vuelta y el sonido de sus tacones se aleja.
-Sola, es todo lo que necesito, Ni siquiera puedo mirar a mi hija, sé que Claudia se ocupará de ella, mientras quiero estar sola, no tengo fuerzas para nada y para nadie... Siento el olor de May cerca de mí, ella acaba de tomar asiento a mi lado...
May: ¿No vas a bajar?
Fer: Quiero estar sola. -Susurro.
May: Fer yo sinceramente te entiendo, es doloroso, sabes que perdí a mi padre hace dos meses y no, no estoy bien. -Noto como ella pasa su mano por su cara. -La pérdida duele, duele porque amamos, pero no podemos pasarnos la vida llorando ¿Sabes?, llora hoy, mañana, pasado y toda la semana si quieres, pero recuerda que tienes una hija, que tu hermana no va a poder cuidar siempre de ella y que tu hija necesitará a su madre, que tienes que ser fuerte y ahora más que nunca...
Fer: Has superado la muerte de tu padre? -Digo ahogándome en mis lágrimas.
May: No, eso nunca se supera, una muerte nunca se supera pero se aprende a llevar, siempre le vas a necesitar y le vas a echar de menos, pero te acostumbras, el primer año es difícil y el resto se te hace costumbre pero siempre te va a hacer falta, no quiere decir que un día le vayas olvidar.
Fer: Yo quiero pedirte un favor. -Limpio mis ojos y la miro.
May: Pídeme lo que quieras.
Fer: Vete de mi vida, vete, no quiero verte...
May: ¿Que? ¿Por qué dices eso?
Fer: Todas las personas que amo se van, mi madre, Nat... Y todo lo que toco. -Continuo llorando.
May: Eso no es cierto, Claudia está viva, tu hija está viva, tú estás viva. -Ella agarra mi mano. -Yo estoy viva y mientras me alcance la vida yo no te voy a volver a dejar. -La miro. -Quiero que lo sepas, nunca más te voy a soltar.
-Su firmeza me ayuda, su valor me salva y sus palabras me curan, ella sin duda me ama, tanto como yo a ella, pero no quiero hacerle daño, no podría.
