FERNANDA
-Abro mis ojos y me encuentro con un rostro de piel blanca, cabello oscuro y labios gruesos... ¿Quién es esta?... Anoche bebí de nuevo, tal vez sea una cualquiera.
-Ella abre los ojos y sonríe.
-Hola hermosa... Dice mientras pasa su brazo por encima de mi cintura.
-Quito su brazo de malas maneras y salgo de la cama en busca de mi ropa.
Fer: No vuelvas a tocarme.
-No decías lo mismo ayer.
-Comienza a besar mi espalda y yo me quejo pues siento unos rasguños.
-Me pongo en pie y la miro.
Fer: He dicho que no vuelvas a tocarme. -Busco ropa limpia y mi cartera, dejo 10 billetes grandes encima de la cama y me dirijo a la ducha. -Si puedes irte ya, me harías un favor.
-La escucho quejarse pero estoy más preocupada en ducharme.
-Odio tirarme a mil y no recordarlo después, pero es normal cuando me bebo todo el bar.
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-Voy hasta el ascensor y allí está el rostro más bello que he visto, sus pechos que se dejan ver y sus labios que llaman la atención. Que buena está mi vecina.
May: Compraste sal?
Fer: Supongo que lo hará mi sirvienta. -Quise parecer creída.
May: ¿La misma que gritó anoche?
Fer: No es alguien importante. -Sonrío.
-Mayte muerde su labio, la veo por el rabillo del ojo.
May: Espero que tengas buen día hoy.
Fer: Lo mismo digo hermosa.
-Y salgo a toda prisa hasta mi coche, para poder quitar el calor que sentía de mis entrepiernas.
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-No se como lo hace pero ha llegado antes que yo, tal vez es por que me entretuve con una de las chicas que había en la puerta.
-Antes de entrar en mi despacho la miro y no puedo evitar sonreír, me imagino su cuerpo desnudo y sobre mí, soltando todo tipo de líquidos con cada toque que le doy... -Ella me mira y sonríe con un tono sexy.
-Entro en mi despacho y me pongo a trabajar o a intentarlo.
MAYTE
-Mi jefa es demasiado sexy para dejar de mirarla, aunque la miro sin que ella se de cuenta, tengo un pequeño espejo en mi mesa, el cual lo tengo puesto en un objetivo que deja ver su hermoso rostro disimuladamente.
-Ya me he acostado con ella sin conocerla, cualquiera querría que le pasara algo así para tener a un jefe enganchado, pero en este caso creo que ella me tiene a mí.
-El manos libre del teléfono de mi mesa se enciende y escucho su seductora voz.
- ¿Podrías traerme un café?... -Yo le daría hasta mi cuerpo entero.
May: Claro que si jefa. -Sonrío, ahora tengo que verla sí o sí.
-Cuando regreso con el café sus persianas están cerradas pero de igual modo entro, la veo atareada mirando su ordenador y apenas levanta su mirada para verme.
May: Aquí tiene su café. -Digo frente a ella con la mesa de por medio. - ¿Algo más?
-Se levanta de su silla y camina hasta mí.
Fer: Vas demasiado tapada.
-Comienza a desabrochar mi blusa y ha dejado que mi sujetador se vea demasiado pero ahora mismo no me importa.
May: Creí que iba bien.
-Se acerca más a mi y acaricia mi pelo.
Fer: ¿Sabes que me apetece?
May: ¿Qué?
Fer: Romper toda la ropa que llevas mientras muerdo cada trozo de tu piel.
May: ¿Y qué te lo impide?
Fer: Que no me gusta mezclar lo profesional con unas simples fantasías sexuales.
May: ¿Entonces solo soy una fantasía para ti?
-Ella se aleja de mi y se vuelve a sentar en su silla.
Fer: Tengo mucho trabajo, gracias por el café.
May: De nada jefa. -Salgo de su despacho mas ardiendo que si me hubiesen metido en un horno.
-Pero esto parece de sueño, que tu jefa te diga este tipo de cosas es único y divertido.
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-Iba caminando por las calles mojadas de este gran país, cuando comencé a sentir que un coche me pitaba.
-Miro a la carretera y veo un coche rojo fuego y con unas luces que alumbran la mitad de la ciudad.
-Abre su ventanilla y veo su rostro
Fer: Sube.
-Me acerco a su coche y me agacho un poco para verle mejor.
May: No tengo por qué. -Parece que me lo dijo en obligación y no me gustó.
-Ella sonríe y hace una pausa para mirar a otro lado.
Fer: Te he dicho que subas. -Dice sonriendo.
May: Ahora mismo no eres mi jefa. -Me puse desafiante.
-Ella se quita el cinturón de seguridad y baja del coche, camina hasta mi y me agarra del brazo demasiado fuerte.
Fer: ¿Vas a hacer que lo repita?
-Con su mano libre abre la puerta del copiloto y con la otra me empuja para que entre de forma violenta, la hubiera odiado pero me pone al cien.
May: No voy a entrar. -Salí del coche.
Fer: ¿Por qué?
May: ¿Quién te crees que soy?
-Se acerca mas a mi y agarra mi cintura muy fuerte para acercarme más a ella.
Fer: Lo suficiente para detener mi vida suicida de puro sexo.
May: Pues no voy a tener sexo fuera del matrimonio.
Fer: ¿Lo dices enserio?
May: Simplemente soy una chica de viejas tradiciones.
-Nuestra distancia me inmoviliza y apenas puedo respirar, aun sigue apretando demasiado fuerte mi cintura y rozando nuestros labios, pero yo puedo contenerme a no besarle.
Fer: ¿No vas a subir a mi coche?
May: No quiero que te confundas conmigo.
Fer: No lo haré.
May: ¿Amigas?
Fer: No tengo de esas. -Sonríe y se acerca a besar mis labios pero ahora que tiene la guardia baja decido escapar de sus brazos.
May: Pues entonces solo serás mi jefa en horarios laborales y una completa desconocida fuera del trabajo. -Dije detrás de ella.
Fer: Bien, entonces me voy... -Cierra la puerta de su coche y va hasta su asiento. -Adiós hermosa.
-Se va en su coche tan rápido que sale echando humos.
