MAYTE
-Era mediodía y ya todos habían salido a almorzar, solo estábamos Fernanda en su despacho y yo en mi escritorio esperando a que ella saliera para irnos a casa, desde hoy sería solo mia en las tardes porque me prometió que trabajaría solo medio tiempo.
-Voltee para ver si ya estaba lista para salir, pero las persianas de su oficina estaban cerradas así que decidí entrar.
FERNANDA
-Cerré mis ojos por un momento y me recosté en mi silla, hasta que sentí su dulce voz entrando a mi despacho.
May: ¿Estás bien?
Fer: Si, solo algo cansada. ¿Ya se fueron todos?
May: Si, solo estamos nosotras dos, creo que es hora de volver a casa. -Dice con una mirada pícara.
-La vi acercarse y colocarse detrás mío mientras posicionada sobre mis hombros sus pequeñas manos y hacía una leve presión, de inmediato un escalofrío se deslizó por mi columna vertebral y me suspendí rápidamente.
May: Luego de la visita de los inspectores andas algo tensa, así que pienso que esto te ayudará mucho. -Quise decirle que no era necesario pero la verdad si lo necesitaba.
-Sus manos volvieron a actuar, definitivamente son mágicas. Sus manos recorrían mis brazos de arriba abajo, llegaba hasta mis muñecas y volvían a subir. Sin que me diera cuenta sus manos se posaron en mis pechos y los presionó con calma.
-Me puse en pie y giré besándola con tanta pasión como sentía, luego la hice girar mientras acariciaba sus glúteos y sin previo aviso la levante un poco haciendo que se sentara en el escritorio.
MAYTE
-Me miraba con sus ojos llenos de lujuria mientras sus manos daban pequeños apretones en mis pechos y su boca se abría paso por mi cuello.
May: Éste no era el masaje que te había ofrecido. -Sonreí picara.
Fer: Pero si el que ambas necesitábamos ¿o me lo vas a negar?
May: Claro que no lo voy a negar.
-Mis manos se aferraban al escritorio y las suyas seguían en mis pechos, sus labios chocaron los míos y le devolví el beso.
-Sus manos se deslizaban con gran destreza sobre los botones de mi blusa y nuestros labios se enredaban en una pelea por el poder, su lengua recorría mi boca y sus dientes daban leves mordidas sin llegar a lastimarme. Tiró mi blusa al suelo y segundos después yo hice los mismo con la de ella, dejando ver sus maravillosos pechos cubiertos solo con un sosten de encaje en color negro con sus labios hinchados. Volví a besarla mientras buscaba el cierre del sostén. Su mano se posicionó entre mis piernas sobre la pequeña braga y comenzó a mover sus dedos en circulos suaves y tortuosos, mi cuerpo recibia los toques y agradecia sus suspiros hasta que los mismos fueron reemplazados con gemidos.
May: Ahhhh... Muevete mas... Mas rapido. -Obedeció a mi orden al momento y mi cuerpo no paraba de sudar del placer que me inundaba completamente.
-Me deshice de su sostén y unos pezones oscuros y erguidos me recibieron. Comencé a besarlos arrancando pequeños gemidos a Fer. Su mano se seguía moviendo con velocidad mientras yo succionaba y mordía sus pechos.
-Sentí un electricidad recorrer mi cuerpo hasta que los espasmos provenientes del orgasmo me sacudieron y mis jugos mojaron los dedos de Fernanda. Besó mi cuello y fue bajando hasta mis pechos donde solo corrio un poco el sostén para besar uno de mis pezones y apretar el otro con sus dedos llenos de mis fluidos. Su boca era experta y solo cerre mis ojos del placer mientras apoyaba mis brazos sobre la mesa.
