Capítulo 7

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REY LEE HEEJUN

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REY LEE HEEJUN.

Luego de sentir aquella flecha incrustarse en mi piel, me vi en la necesidad de mandar a los guardias y a Kim de vuelta al reino, para que protegiera a mi familia.

Ver como el maldito JongHi, reía macabramente al verme, provocaba en mí una horrible furia que en cualquier momento podía liberarla, pero no pude hacer eso.

Aquel veneno en la flecha, mataba poco a poco cada parte viva de mi cuerpo.

Pero lo que más me dolía, era la discapacidad de no poder hacer nada para proteger a mi familia. No podía dejarlos solos.

Miré como los hombres de JongHi luego de percatarse que no sobreviviría al veneno, se fueron rápidamente del lugar, ante un llamado de los lobos.

Con una respiración pesada, traté de levantarme, pero no tenía la fuerza necesaria. Entonces comencé a arrastrarme, como una serpiente, y busqué algún árbol para apoyarme, esto era un infierno.

Vi la flecha en mi abdomen, era inevitable no sentir asco por la apariencia que comenzó a tomar. Pero nada era más importante que levantarme e ir hacia el castillo.

Gastando absolutamente toda la poca energía que me quedaba, me levanté y comencé a caminar.

Di un paso, dos pasos, y al tercero... Caí nuevamente.

Había fracasado. Como rey, padre, esposo y amigo.

Quería intentarlo una vez más, pero no podía. Lo último que vi, era una sombra acercándose a mí, quizás sería salvado, o quizás no.

•ೋ° °ೋ•

Desperté.

No entendía cómo seguía con vida, busqué el lugar donde estaba la flecha y no había nada, solo una tela encima. Eso significaba que estaba vivo, y completamente sano, o eso creía. Entonces ahora podía volver al castillo, a buscar a mi familia.

Me levanté rápidamente y sentí un horrible mareo, seguido de un ardor en la zona donde estaba herido, que para mí sorpresa comenzó a sangrar, manchando gran parte de la tela que lo cubría. Preferí sentarme y buscar algo para detener el sangrado, sentía punzadas y no era nada leve.

-¿Ya despertase? -ingresó una mujer, quien se asustó al ver mi estado.

Rápidamente ella tomó un par de trapos, y los junto, bañándolos con lo que parecía ser una infusión con un olor raro.

-Acuéstate -sugirió, aunque más parecía una orden.

Preferí no decir nada y obedecer. Ella quito mi mano de la herida, a la par de las telas que puse encima, entonces me di cuenta que tenía una herida muy grave.

𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐢𝐞𝐬𝐭 ;; 𝐞𝐧𝐡𝐲𝐩𝐞𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora