𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐢𝐞𝐬𝐭 ;; 𝐞𝐧𝐡𝐲𝐩𝐞𝐧

Ｃａｐíｔｕｌｏ ４

Jay sintió como una apuñalada se incrustaba en su corazón. Fue tan inesperado, y sentía morir. Todos los lobos rápidamente se transformaron en su forma humana y se acercaron al líder. Nadie imaginó que verían morir al líder Park Jong Hi.

—Padre —dijo Jay al ver a su papá en ese estado, no quería perderlo.

—H-hijo —trató de hablar el mayor, quien miraba atentamente a Jay.

—Esto no puede estar pasando... ¡No! —gritó desesperado.

—Hijo mírame... —pidió el lobo mayor, el alfa.

Jay quien trataba de mantener la cordura, sentía que su mundo se estaba acabando. Si perdía a su padre, no sabía si podía continuar con el plan.

—Termina con t-tu venganza —habló con torpeza Jong Hi.

—Pero padre —comenzó a llorar, tenía un mal presentimiento.

—Hazlo por tu madre... —dijo al tomar su mano—. Y por mi.

—Yo no sé si podré —miraba con dolor a su padre.

—Si podrás hijo —comenzó a cerrar sus ojos.

—¡Padre! ¡No me dejes! —exclamó con dolor.

—Siempre estaré contigo h-hijo mío —dejó de seguir luchando y soltó la mano de su hijo.

—¡No! ¡Padre! —se aferraba al cuerpo inerte del líder Jong Hi. —¡Padre! —gritaba, ignorando lo que estaba por suceder.

—¡Ataquen! —gritó el guardián Kim quién salió de su escondite junto a otros vampiros, la guerra no terminaba aquí.

—Jay debemos irnos —dijo su buen amigo.

—¡Nooo! —comenzó a ser llevado por todos los lobos-¡Padre! -gritó con el alma destrozado.

—¡Que no escapen! —gritó Jennie, quien corría hacia ellos.

Una flecha en el aire capturó al mejor amigo de Jay, quien cayó al suelo.

—Niki. —pronunció con tristeza.

—Debes huir Jay, huye —dijo por última vez.

Todo estaba perdido, fue allí donde Jay comprendió que estaba pasando. No era momento de sentimentalismo, no mucho menos de perder el tiempo con cuerpos muertos, la situación ya estaba hecha para el joven lobo, pero no estaba dispuesto a huir, debía de luchar, y su sed de venganza, había incrementado incontrolablemente. Se convirtió en un lobo lleno de rabia y furia, no dejaría vivo a ningún vampiro. Junto a los pocos lobos que tenía en su manada, y volvieron a entrar al castillo para acabar con todos, y está vez no volvería sin una sonrisa de satisfacción en el rostro.

Sangre, gritos de dolor y espadas resonaban en el tenebroso ambiente. Jay se encargaba de destrozar a cada vampiro que veía, con toda la furia que lo invadía, asesinó por completo a Jennie, quien no pudo defenderse ante tremenda bestia.