Dreams - Catradora

Epílogo

Para esta parte de la historia me inspiré en un cómic que vi en Pinterest una vez, pero no recuerdo ni el nombre ni autor/a [cry]

Ahí estaban, por fin había llegado el día. Glimmer sostenía firmemente su brazo mientras caminaban por ese interminable sendero hacia el altar.

Adora sentía que había pasado demasiadas cosas para una sola vida. Había sido difícil, especialmente el cargar por tanto tiempo con un destino impuesto, pensando que no tenía opción de elegir lo que quería en su vida. Cuando por fin entendió que su vida le pertenecía, lo primero que eligió fue a Catra.

Ella salvó su vida, la cual creía que no tenía valor y por eso siempre estaba dispuesta a sacrificarlo todo. Eso sólo cambió el día que se dio cuenta, de que todavía le faltaba vivir toda una vida a su lado. Hoy era el día en que concretaría ese deseo con una promesa eterna.

Estuvieron alejadas por mucho tiempo, se hicieron daño mutuamente, pero ahora estaba ahí, justo frente a ella, esperándola en ese altar. Cada respiro, cada lágrima, cada segundo de cada hora de su vida fue para llegar a este momento. Un suspiro se le escapó al ver la enorme sonrisa de Catra cuando se posicionó a su lado.

- Queridos invitados, hoy nos reunimos todos para celebrar la unidad de nuestras dos amantes. -Habló el rey Bow, auspiciador de la boda.- En este día celebraremos el amor de una relación única entre dos bellas mujeres. -Ellas sólo sonreían emocionadas, sin quitar la mirada de la otra.- Existe esta poderosa fuerza alrededor de todo el universo llamada amor. Una fuerza infinita e incondicional. -Alzó su mirada a todos los invitados.- El verdadero amor jamás se acaba, el amor se transforma y se queda incrustado en el alma. -Volvió a ver a la pareja frente a él.- Por amor hay unidad, por amor hay fortaleza y por amor se perdona. Cuando se trata de esa persona especial, no hay errores que no se puedan superar. -Dedicó una rápida mirada a su esposa, quien sonreía inmensamente feliz.- Pueden verlo cuando alguien se preocupa por ti, cuando te apoya, te ayuda y te cuida. Cuando existe el amor, es imposible no expresarlo, y cuando nos sentimos perdidos, el amor suele guiar nuestro camino. -Tomó una pequeña pausa antes de continuar.- Ahora, tomaremos un momento para que las novias presenten sus votos.

- Yo quiero ir primero. -Dijo rápidamente Adora mirando a Bow, este sólo asintió.- Catra. -La más alta tomó las manos morenas.- Cuando descubrí que yo era She-ra, todos me decían que tenía un destino que cumplir. Habían tantos futuros posibles, pero en ninguno estabas tú. -Con su pulgar acarició su mano.- Cuando finalmente decidí lo que quería, me propuse a cambiar eso a toda costa. -Alzó sus manos entrelazadas a la altura de su rostro.- Solía pensar que no era nadie sin She-ra, pero si te tengo a mi lado, como mi esposa, no necesito nada más. -Catra no pudo seguir reteniendo sus lágrimas, que empezaron a resbalar por sus mejillas pecosas.- No hay nada ni nadie que pueda alejarme de ti, y quiero hacer esa promesa por el resto de nuestras vidas. -Besó sus manos con infinito cariño.- Cuando los años pesen en nuestros hombros y se reflejen en nuestra piel, cuando nuestras piernas no funcionen como solían hacer y cuando sólo queden las historias de nuestras aventuras, sólo me imagino contigo a mi lado, a cada paso del camino. -Sus ojos azul cielo brillaban con ilusión.- Eres el amor de mi vida.

- Adora. -Su voz sonó algo quebrada, pero trató de reponerse.- Desde que éramos niñas, siempre estuviste haciéndome promesas, y en realidad fueron demasiadas. -Dijo con una pequeña risa entre dientes.- Pero al final, siempre las cumpliste. En cambio yo sólo hice una, y no fui capaz de cumplirla hasta que casi morimos. -Su mirada cayó a sus manos entrelazadas.- Hice horribles cosas en el pasado a la gente de Etheria, a las princesas e incluso a ti. -Levantó su mirada, esperanzada.- Pero jamás te rendiste conmigo, siempre creíste en mi y me seguías dando nuevas oportunidades para demostrar que podía ser mejor. -Sus ojos se cristalizaron al ver las lágrimas rodear las orbes azules.- Nadie nunca tuvo fe en mí, tú fuiste la única. -Adora jadeo, riendo por cómo ambas lloraban como niñas.- Tu eres por lejos la persona más fuerte, inteligente, la más hermosa e incluso la más terca que he conocido en mi vida. -Sonrió de lado alzando una ceja.- Y esto no es porque me agrades. -La rubia volvió a reír, limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano.- Es porque te amo. -Catra tomó las mejillas pálidas.- Desde ahora, yo haré las promesas, y te prometo que jamás volveré a apartarme de tu lado ni volveré a lastimarte. Llegará el día en que envejeceremos y la memoria nos fallará, ¿Y sabes qué? Eso no me importa con tal de que jamás olvides que eres mí esposa. -Juntó sus frentes cerrando sus ojos bicolores.- Siempre soñé una vida contigo, así que no importa dónde vayas, te seguiré incondicionalmente. Te amo, siempre lo he hecho y siempre lo haré.

De pronto Melog, quien llevaba un tierno corbatín y un pequeño almohadón con los anillos, se interpuso entre ellas. Ambas rieron y tomaron uno para ponerlo en el dedo de la otra.

- Catra, ¿Deseas tomar a Adora como tu esposa este día y por el resto de tu vida? -Preguntó con su cálida voz el moreno.-

- Lo prometo. -Dijo aún con varias lágrimas en sus mejillas.-

- Y Adora, ¿Deseas tomar a Catra como tu esposa este día y por el resto de tu vida?

- ¡Por supuesto! Más que cualquier cosa. -Los invitados rieron por su emoción.-

- Bueno, entonces las declaro solemnemente esposa y esposa.

Adora no esperó ni un segundo más para lanzarse a besar a su mujer, mientras todos sus amigos e invitados celebraban y aclamaban por su amor.

Cuando un deseo tan profundo y tan fuerte como el amor se instala en tu corazón, enciende una flama que puede entregar un suave calor o convertirse en un incendio que lo quemará todo.

El amor puede ser complicado e incluso doloroso, pero lo que en realidad vale la pena, jamás es sencillo. Así que por más que te quemes, no significa que tengas que rendirte, no significa que vayas a morir. Tienes que levantarte e intentarlo otra vez, porque no hay nada que valga más la pena, nada más importante, que alcanzar tu felicidad.

Fin.