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—¡La cuenta! —Gritaron desde la mesa diez.

Camine velozmente con el ticket preparado, estaba exhausta. Lo único que me consolaba era saber que solo quedaban veinte minutos de trabajo y cumpliría mi jornada laboral.

Hace casi dos años comencé a trabajar como camarera en el club de golf, el cual era de los restaurantes mas caros de la isla.

—Aquí tiene.—Deje la cuenta sobre la mesa, inmediatamente el señor la tomo para pagar.

Estiro el dinero hacia mi y yo lo recibí amablemente.

—Gracias por su visita.—El matrimonio sonrió y se retiro.

¡Si! La propina había sido genial. JJ iba a flipar en colores cuando viera lo que había ganado.

Camine hacia la cocina donde estaba mi amigo recibiendo algunos platos para llevar a las mesas.

—Cien.—Murmure feliz.

—¿Cien qué? —Pregunto confundido.

—Cien dólares de propina.—Le saqué la lengua.

—Que me jodes. ¿Que mesa era? —Sonrió con los platos en ambas manos.

—La diez, todos los viernes vienen los Jassel. Próximo viernes te los dejo a ti.—Le guiñe un ojo mientras tomaba unos platos de la cocina ya listos para atender a mi ultima mesa.

—A la mesa seis.—Dijo el cocinero. Asentí llevándolos.

Camine con cuidado para encontrarme a la familia Cameron. Hice una mueca al ver al rey de los Kooks sentado con su móvil.

—Aquí esta su orden.—Sonreí dejando cada plato en su lugar.

—Gracias Skyler.—Dijo Sarah. Ella era muy amable para ser parte de los Kooks, sinceramente era agradable.

—Gracias.—Ward sonrío mientras comenzaba a comer con sus dos hijos. Era extraño que no estuvieran Wheezie y Rose.

Ni siquiera espere un agradecimiento de parte de Rafe ya que sabia que un simple Gracias no iba a salir de su boca.

Espere ansiosamente a las cuatro en punto para soltar mi cabello del estúpido rodete que traía.

—Solo debes llevar la cuenta a la mesa seis.—Le avise a Judy, la chica que iba a ocupar mi turno.

—Bien.—Tomó mi lugar y se despidió de mi con su mano.

Fui a buscar mi mochila para poder dejar el club de golf.

—¿Vamos? —Le pregunté a mi amigo al verlo tomar su mochila también.

—La verdad que hoy ha sido un día cansador. ¿Tu también odias trabajar para los kooks? —Pregunto tomando un cigarrillo una vez que estábamos camino a casa de John B.

—Si, hoy tuve la suerte de atender a los Cameron. —Ironicé.—Aunque no me quejo ya que estaba Sarah, ella se ve agradable.—Tome su cigarrillo para darle una pitada y devolvérselo.

—Ella y John B traen algo.—Susurró como si alguien nos fuera a escuchar.

—¿Como tú y Kiara traen algo? —Respondí dejándolo con la boca tan abierta que podía tocar el suelo.

—¿Yo? —Comenzó a reír nerviosamente.—No... pf. ¿Como se te ocurren esas... cosas? —Suspiró para detenerse frente a mi.—Odio no poder mentirte Cupcake.

—¡Lo sabía! ¡Estas pillado por Kie! —Lo abrace emocionada.

—No es así, solo que es distinto cuando estoy con ella.—Revolvió su cabello con su mano libre.

Burn out. [Rafe Cameron] OBXWhere stories live. Discover now