Izuku es un hermoso omega que ha sufrido bajo la mano de su alfa, cansado de esa vida decide marcharse con sus tres cachorros y la esperanza de un futuro mejor, aunque esto implique ser rechazado por su manada al hacerlo.
Lo que menos espera es enco...
No puedo ser tu omega" es una obra original de Gii79-- cualquier reproducción total o parcial de la obra sin el permiso explícito de la autora incurre en un delito.
Esta es una adaptación de dicha obra para el fandom de BNHA 100% autorizada por la autora.
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Touya daba por ganada la custodia, una vez que recibiera la tutela de sus hijos podría disponer del despacho hasta que los niños tuvieran la edad suficiente para reclamar su parte, pero mientras eso sucedía, los tendría muy bien adiestrados para seguir siendo el dueño de todo. La sonrisa en su rostro y la copa de brandy agitándose en su mano lo hacían sentir poderoso, sabía que Tamaki estaba a su completa disposición y eso era un punto a favor.
– Te ves muy confiado Dabi... pero te olvidas de algo–Momo examinaba curiosa la actitud de su alfa– Tienen seis y cuatro años, ¿podrás con ellos cuando los tengas contigo?
Touya desvió la mirada desde su copa hasta la mujer sin borrar su sonrisa del rostro, caminó alrededor del escritorio hasta posicionarse detrás de ella que seguía mirando al frente con los brazos cruzados sobre su generoso busto con aquel vestido negro ceñido al cuerpo. El alfa corrió su largo cabello suelto del cuello y acarició la marca en el.
–Para eso te tengo a ti, mi linda omega– le susurró al oído dejando un suave beso en su marca.
–¡Ja! ¿Yo? Ni lo sueñes, no pienses que me pasaré la vida cuidando a los mocosos de tu ex pareja– rió con sorna –además, no soporto a Izuku y lo sabes.
–Es cierto, es cierto.–el alfa rascó su barbilla y rodeó el cuerpo femenino con pasos lentos hasta quedar de frente a ella–Pero lamentablemente eres mía y si yo digo que quiero que seas una dulce y dedicada madre, lo serás.–Dijo con voz impasible.
–No puedes obligarme, Touya, estamos juntos en esto, podría hundirte antes de que alzaras tu voz de mando–masculló entre dientes conteniendo la furia.
–Ya lo veremos, querida– dijo en tono burlón antes de hacerle una seña con las manos para que se retirara de su oficina.
Momo odiaba esa parte de su alfa pero también amaba su ambición y que manejara el poder de la manera que lo hacía le daba un toque sexy. Después de todo, era una omega y por más que fuera ruda le gustaba ser dominada por un hombre como Touya Todoroki. Se encaminó hasta la puerta contoneando sus caderas en el acto, pero antes de salir acarició la madera con sus dedos, como deleitándose de las palabras que burbujeaban en su garganta por salir.
–Oh cariño, yo que tú no estaría tan confiado del todo. ¿Sabes quién es el abogado del muñequito verde?– Touya miró sobre su hombro cuando la escuchó y no pudo evitar sentir repentina curiosidad pero no respondió– Suerte con Shinso Hitoshi, querido...
Y salió guiñándole un ojo, esa omega destilaba veneno por cada uno de sus poros y la daga se había clavado directo en el pecho del hombre desconcertándolo.
